viernes, 26 de diciembre de 2025

LOS DAÑOS DEL TEMPORAL DE DICIEMBRE DE 1935: HACE 90 AÑOS

LOS DAÑOS DEL TEMPORAL DE DICIEMBRE DE 1935

Copyright@2025Pedro Emilio López Calvelo


Es probable, siguiendo la estructura que le estamos aportando a este blog de Historia de Hervás, que no “tocara hacer una entrada en estos momentos -ya que hemos hecho una entrada hace pocas fechas dedicada a los incendios históricos producidos en nuestro término municipal-, pero no queremos dejar pasar la oportunidad de reseñar un acontecimiento, un desgraciado acontecimiento, que ocurrió hace justo 90 años: un importante temporal de viento y lluvia que se produjo el 27 de diciembre de 1935 y que causó grandes daños no solo en Hervás, sino también en muchas otras zonas de Extremadura.

En la provincia de Cáceres, el temporal produjo graves daños especialmente en la zona norte, incluyendo La Vera, el valle del Jerte y la zona de Hervás. El historiador y cronista de Tornavacas, Juan P. Recio Cuesta, narró hace pocos días en El Periódico Extremadura los daños que este temporal causó en el Valle del Jerte, donde llegó a destruir hasta tres puentes.


Los daños que este temporal causó en Hervás los hemos conocido a través de la prensa de aquel momento -especialmente en los diarios regionales Extremadura y HOY, aunque también en alguno de tirada nacional- ya que, aunque, seguramente, se abriera un expediente en el Ayuntamiento de Hervás para hacer un recuento de daños y pedir subvenciones, no ha sido posible encontrarlo, de momento, en el Archivo Municipal. Tan sólo hemos encontrado unas breves alusiones en las actas de pleno municipal que, más adelante, comentaremos.

La primera noticia, bastante vaga aún, la ofreció el Extremadura del día 27 de diciembre cuando, tras indicar la subida de nivel del río Jerte en Plasencia, indicó que también en Hervás se habían producido pequeñas inundaciones en algunas casas.


Durante los días siguientes los periódicos fueron ampliando la información, a la vez que aumentaba la gravedad de las consecuencias de la tormenta. Los días 28 y 29, en crónicas similares, los dos periódicos regionales notificaban "por correo urgente" el desbordamiento del rio Ambroz (que aparece nombrado como Ambrot) y los graves efectos, por inundación, que había producido en las viviendas del barrio bajo: "muchas casas de las situadas junto al río han sido arrastradas con arbolado, ganado y utensilios caseros". Se notificaba, también, que no se habían producido desgracias personales al haber sido desalojadas las viviendas previamente y que, además, se vio afectada la fábrica suministradora de electricidad, por lo que no había luz eléctrica en el municipio.


Estas fueron las noticias que se dieron en prensa de los efectos del temporal en Hervás y que, como dijimos, también recogieron algunos medios de prensa nacionales:


Pero, una vez que pasaron algunos días, se fue consciente, y así lo indicaron los medios de prensa, de que los daños causados por la tormenta y posterior riada habían sido realmente importantes y superiores a los inicialmente indicados. Tras confirmar que, afortunadamente, no se habían producido desgracias personales, se enumeraron los daños producidos por la riada, además del arrastramiento de casas y ganados que ya se había citado:

- algunas casas de campo se derrumbaron o perdieron sus techumbres,

- el número de árboles arrancados por el viento y arrastrados por la corriente fue "muy crecido",

- fueron arrastrados por la corriente al menos ocho puentes de caminos rurales,

- las tomas de agua para riegos fueron destruidas,

- las presas de las fábricas de tejidos y serrerías fueron arrastradas por la corriente, quedando paralizadas las fábricas de D. Víctor Rodríguez, Hijos de Casimiro Pérez y Sobrino de B. Matas.


Como puede apreciarse, aunque no tenemos una valoración concreta de los daños causados por el temporal, éstos fueron numerosos y se cebaron en muchas infraestructuras del municipio -caminos, riegos,...- y de particulares.

Y, como consecuencia de estos daños, se fue consciente de una nueva circunstancia: la destrucción de maquinarias e infraestructuras de fábricas llevaría al paro de, así se estimó, unos 200 trabajadores que engrosarían las listas del paro forzoso. 

En aquellas décadas del siglo XX el paro en los municipios, ya lo hemos indicado en otras entradas, era una circunstancia bastante habitual, por lo que los ayuntamientos debían intentar generar trabajos varios para poder dar un mínimo salario a todos estos obreros, tanto agrícolas como industriales. En Hervás, en aquellos años 30 del siglo pasado se asistía a una progresiva decadencia de la industria textil, con el cierre de fábricas que la naciente industria de la madera no era capaz de absorber, por lo que, al cerrar por los daños del temporal las fábricas que aún funcionaban, el incremento de obreros en paro era una circunstancia realmente grave. Los periódicos HOY y Extremadura del día 31 de diciembre añadían en sus crónicas, tan similares que podemos pensar que se debían al mismo corresponsal, algunos trabajos municipales que podían contribuir a la disminución del paro obrero, ya que, estimaban, esa concentración de obreros parados podía traducirse en conflictos en el municipio. Así indicaban como soluciones posibles

   * la reanudación de las obras de la carretera entre Hervás y Cabezuela del Valle que llevaban más de un año interrumpidas, 

   * la construcción de un puente sobre esta carretera,

   * la ampliación del cuartel de la Guardia Civil.

También se sugería la posibilidad de recepción de fondos para calamidades por parte del Estado.

Riberas del Ambroz

Por último, estas crónicas periodísticas mencionaban, también, daños en municipios próximos a Hervás: "también llegan a nosotros lamentos de pueblos próximos, donde han sido arrasadas las huertas, con las siembras de lechugas y otras hortalizas, que constituyen una de las riquezas de esos pueblos...Los pueblos más perjudicados según nos dicen son los de Aldeanueva del Camino, Abadía, Granja y Zarza de Granadilla, donde además se han derrumbado algunas viviendas".

Hasta aquí las noticias que hemos conocido del temporal de finales de diciembre de 1935 a través de los medios de prensa. Como dijimos, apenas hemos encontrado datos alusivos a esta catástrofe meteorológica en el Archivo Municipal de Hervás (sí de otras, alguna de las cuales hemos narrado ya en este blog). No hubo información ni debate sobre los daños en las reuniones de pleno municipal siguiente o, si lo hubo, no fue recogido en las actas. Tan sólo hemos encontrado alguna alusión (acta de pleno de 7 de enero de 1936 **) en la que se indica que varios vecinos solicitan que se hiciera solicitud a los poderes públicos para conseguir una indemnización a aquellos vecinos cuyas propiedades fueron dañadas por el temporal al lindar con el río... y los miembros del Ayuntamiento, por unanimidad, convinieron en extender una solicitud en este sentido al Gobernador Civil.

Por último, un mes después, el acta de 2 de febrero de 1936, se refería a que consignaran en el Capítulo 11 del presupuesto los gastos generados por la reparación de los caminos del término municipal que fueron dañados por el temporal de lluvias.


Hasta aquí la información que disponemos de aquel lamentable temporal que causó notables daños en nuestro pueblo y que hemos querido narrar y dar a conocer ahora que se cumplen 90 años..., pero no tardó en producirse uno nuevo: en enero de 1937 se volvió a generar otra crecida del Ambroz que ocasionó, de nuevo, daños importantes en Hervás. Pero eso ya es otra historia que será narrada en otro momento.


** Legajo 38, cap. 2
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DERECHOS: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS II no ha sido nunca publicado tal como aparece compuesto en esta entrada del blog. La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo -pedroemilio100@hotmail.com-).

La reproducción total o parcial de este texto en una publicación o cartel deberá hacer constar con claridad su autoría, así como la referencia de la publicación en que hubiera sido previamente difundida por su autor. Su uso comercial y/o público queda supeditado a la expresa autorización del autor.

miércoles, 17 de diciembre de 2025

LOS "OTROS" INCENDIOS EN LOS MONTES DE HERVÁS

LOS "OTROS" INCENDIOS EN LOS MONTES DE HERVÁS

"...Por asar unas castañas se les desmandó la lumbre y se quemaron algunos castaños..."

Copyright@2025Pedro Emilio López Calvelo





Todavía tenemos todos en nuestras memorias y en nuestras retinas las imágenes del horroroso incendio producido este verano en nuestros montes: el conocido como "incendio de Jarilla", al que se han dedicado, también, varias jornadas para su análisis, reflexión y propuestas de futuro.

Como es sabido este incendio se inició el día 12 de agosto en el municipio de Jarilla y afectó, además, al valle del Jerte y al valle del Ambroz: se trata del mayor incendio que se ha producido en Extremadura desde que existen registros oficiales. No se dio por completamente extinguido hasta el día 28 de septiembre, después de laboriosas e intensas tareas de extinción por un numeroso grupo de personas (bomberos forestales, técnicos, medios aéreos, etc.) a los que hay que reiterar la gratitud por su enorme esfuerzo. Este incendio, que afectó a 18 términos municipales -incluyendo a Hervás-, quemó a unas 17.367 hectáreas, siendo nuestro municipio uno de los más afectados con unas 2.324 hectáreas -que lo convierte, desde luego, en el mayor incendio producido en el término municipal de Hervás desde que existen registros oficiales... y desde que la memoria y los testimonios antiguos existen-. 

El incendio afectó a zonas de castaños, robledal, pinar, pastizales y matorral y, como no podía ser de otra forma, también afectó -de una forma que quizá aún desconozcamos- a las especies animales que habitaban este espacio.



Después del "susto" de los días 17 a 20 de agosto, pudimos comprobar que el daño sobre nuestro Monte Castañar Gallego, gracias a la acción de los profesionales que trabajaron en el control y la extinción, no fue excesivo, sin embargo, el fuego se cebó en determinadas zonas del monte de las Cruces de la Sierra, Forquito y Pinajarro, tal como puede apreciarse a día de hoy si se hace un recorrido a lo largo de la pista Heidi.

Pero dejando de lado las consecuencias de este lamentable incendio -del que hay abundante información en los medios de prensa de esos días- queremos centrar la información de esta entrada en "otros incendios" producidos en nuestros montes a lo largo del tiempo histórico.

Los incendios de montes y bosques han sido un proceso habitual y determinante para la configuración de la actual cobertera vegetal y, en conjunto, del paisaje de una zona. Más allá de causas accidentales -tormentas, rayos, ...-, el fuego fue utilizado por muchas comunidades rurales como una forma de ampliar pastos, limpiar montes y favorecer el desarrollo de determinados cultivos. Podemos pensar, entonces, que el fuego llegaba a formar parte ciclo productivo de estas zonas rurales, montañosas y boscosas.

En nuestro país, de feroz clima mediterráneo, los incendios han sido un fenómeno casi "natural" y han tenido, como hemos indicado, un impacto significativo. 

Por otra parte, el progresivo abandono del medio rural y la modernización de las formas de vida que se ha ido produciendo en nuestro territorio desde, al menos, mediados del siglo XX, ha favorecido la acumulación de combustible vegetal en los montes los cambios en el uso del suelo, la expansión de masas vegetales más o menos continuas y, en definitiva, el abandono progresivo de un medio en el que, antiguamente, se vivía y se sentía como próximo y del que se obtenían una gran cantidad de recursos económicos vitales (y, en consecuencia, era necesario tenerlo bien cuidado y limpio -y era una parte mucho más vital para las poblaciones de lo que significa en la actualidad, en que tiene un uso fundamentalmente turístico-). Como resultado, hemos asistido a una importante transformación del paisaje rural, de sus usos y aprovechamientos, y, en nuestro caso, de una notable transformación del aprovechamiento de montes y bosques.



En nuestra región, en la que aún existen grandes superficies de bosques y matorral, los incendios han tenido un notable papel en la configuración del actual paisaje forestal extremeño. Comarcas con un alto valor ecológico han experimentado a lo largo del tiempo importantes incendios que aún están grabados en la memoria colectiva de la población: recuérdense los importantes incendios de las Hurdes de 2003, los producidos en la Sierra de Gata en 2005 y 2015, en la zona forestal de Valencia de Alcántara de 2009, los incendios forestales en la provincia de Badajoz de 2018 o el producido en bosques próximos a Malpartida de Plasencia en 2022.

En nuestro término municipal, probablemente todos recordemos los frecuentes incendios en nuestros montes próximos que se producen muchos veranos y que, por la configuración en semicírculo cerrado de nuestras sierras, son fácilmente visibles desde el pueblo..., pero nunca, ninguno, había alcanzado la magnitud e importancia del que hemos sufrido este verano de 2025 (es probable que pocas, por no decir ninguna, generaciones de hervasenses hayan conocido un fuego de estas magnitudes en nuestros montes).

Vamos a exponer un "histórico" de los incendios que hemos podido constatar en nuestro término municipal a lo largo de 300 años, tanto en el Monte Castañar Gallego como en el Monte de Cruces de la Sierra, Forquito y Pinajarro -nombre que se da desde mediados del siglo XIX al conjunto forestal situado desde las faldas de las sierras de Valdeamor a Pinajarro, aprox., y que, en tiempos pasados, recibía diversos nombres-, así como en algún monte que fue, antiguamente, del común del pueblo y que hoy -seguramente como consecuencia del proceso de desamortización civil del siglo XIX- son propiedades particulares: como es el caso de la Dehesa del Orillar.

Deben tenerse en cuenta algunas circunstancias: la relación que exponemos no es, ni mucho menos, una relación completa de los incendios en nuestras sierras y montes; es una relación de los incendios que, en una primera búsqueda -sin profundizar mucho en la documentación-, hemos podido constatar (probablemente, por ello, haya personas que recuerden algún otro incendio que aquí no se cita). Otra cuestión que hay que indicar es que, aunque en la relación que presentamos aparecen alrededor de treinta incendios, de algunos de ellos sólo hemos encontrado una mención breve, por lo que desconocemos o bien la fecha exacta, o bien el lugar en el que se produjeron, o bien la extensión, etc.: si las fuentes no proporcionan más datos que la mención del incendio -a veces un breve en prensa-... es el único dato que tenemos (en este caso, habitualmente se trata de incendios de poca entidad).


Trataremos de hacer un análisis de alguno de estos incendios citados en la relación anterior:

- 1718. Del primero de los incendios de los que tenemos noticias vagas en nuestros montes es una anotación de 1718 en la que se toma un acuerdo de Concejo público para arrendar la hierba de la Dehesa del Orillar para que, con la cantidad obtenida, se pudiera seguir el pleito que el Concejo de Hervás tenía planteado contra el Concejo y vecinos de Aldeanueva del Camino sobre la quema de la Dehesa del Orillar. Es probable que el incendio pudiera producirse algún tiempo antes de 1718 y, suponemos, el Concejo de Hervás culpó a vecinos de Aldeanueva del Camino por provocar el incendio, lo que motivaría el pleito entre ambos concejos (AHM - Caja legajo 4/ cap.3).

- Resulta curioso el incendio de 1720. Fue provocado por unos niños a los que "por asar unas castañas se les desmandó la lumbre y se quemaron unos castaños...". Se determinó que, en compensación, los padres de estos niños plantaran un total de cuarenta castaños "...luego que sea tiempo a propósito...", para lo cual se les dio el plazo de un año. (AHM - Caja legajo 5).


- De los incendios de 1792, 1794 y 1803 encontramos noticia a raíz de los pagos que hizo el Concejo en concepto de gratificaciones y en el pago de refrescos (en algún caso con pan, queso y vino). El Concejo pagó, respectivamente: 40, 20, 92, 75 y 121,14 reales de vellón por esos conceptos.

AMH - Legajo 309

- Probablemente, por los datos que hemos encontrado, el incendio de 1887 es el más grande de los conocidos hasta el de este 2025, y el único del que se conserva un expediente que nos aporta una buena cantidad de datos. El incendio se produjo el 19 de agosto de 1887 y las diligencias las llevó a cabo un capataz de cultivos de la Primera Comarca del Distrito Forestal de Cáceres, Cayetano Cortés, que se desplazó hasta Hervás para realizar el informe desde la población de Santibáñez el Bajo en la que se encontraba. El informe lo realizó el día 29 de ese mes tras visitar el lugar del incendio y entrevistarse con diferentes personas (autoridades, guardas locales, personas que participaron en la extinción, etc.). El incendio, que se produjo en el denominado sitio de la Hoya de las Moragadas del Monte Castañar Gallego -lindado con el término municipal de Aldeanueva del Camino-, afectó a 27 hectáreas de terreno, siendo veinte de ellas de mata de roble y siete de mata de castaños. El fuego se inició entre las 12 y la 1 de ese 19 de agosto y se consideró apagado a las 6 de la tarde. El capataz forestal hizo una valoración económica del terreno afectado por el fuego, valorando las matas de roble quemadas en 50 reales cada mata (con un total de 1.600 reales el total del valor de las matas de roble) y en 280 reales cada mata de castaño (con un total de 1.960 reales el total del valor de las matas de castaño): el valor total de lo quemado ascendió a 3.560 reales.

El capataz investigó las causas del fuego y concluyó que no hubo indicios de intencionalidad por lo que consideró que el incendio fue casual y que las personas que contribuyeron a su extinción trabajaron en unanimidad de comportamiento, contribuyendo todos por igual a su extinción.

Se consideró, además, que la superficie afectada era susceptible de repoblación por las propias matas que se criaban en el terreno quemado.

AMH - Legajo 32

- Entrados ya en el siglo XX, debemos indicar que la mayor parte de la información sobre los incendios ocurridos hasta hoy se encuentra en Boletines oficiales o en medios de prensa, aunque de algunos también aparecen en documentación archivística.

7/04/1904

28/02/1918

- Resulta curioso que varios incendios producidos en 1931 se desarrollaran durante el mes de diciembre, y resulta muy curiosa la concentración de incendios en pocos días. El día 11 de diciembre de 1931 se produjo un "violento" incendio en el sitio de Peramarza del Monte de Cruces de la Sierra, con fuerte viento y "grandes proporciones", que afectó fundamentalmente a mata de roble. Trabajaron en su extinción hasta 84 obreros a los que se pagó un total de 420 pesetas en compensación (teniendo en cuenta la hora -la extinción se produjo por la noche- y la distancia alejada de la población).

Pero, además, según se hizo constar en el pago de jornales en sesión de pleno municipal de finales de diciembre de ese 1931, los días 13 y 24 de diciembre hubo sendos incendios en el Monte Castañar Gallego: en las matas de Los Anchales y Romana: en este caso los pagos a los obreros que trabajaron en su extinción fueron de 177 ptas. y 255,50 ptas. respectivamente (AMH - legajo 37). 
Salvo que estuviéramos ante un diciembre complicado meteorológicamente, con muchas tormentas y rayos, todo hace sospechar que tantos incendios en fechas tan extrañas pudieran ser provocados

- En 1935 hay constancia de varios incendios (¿nuevamente provocados?). Los días 10 y 11 de septiembre se produjo un incendio en la Garganta de Andrés del que no tenemos más noticia que la constancia del pago de 19,50 ptas. a los obreros que trabajaron en su extinción. (AMH - Legajo 38).

Por otra parte, el periódico HOY, que había sido fundado en 1933, informó de un incendio producido en el Monte Castañar Gallego, en el sitio del Hoyo de la Moraga (pudiera ser el mismo sitio que la Hoya de la Moragada del incendio de 1887) desarrollado durante los primeros días de noviembre de 1935 (o los últimos de octubre). Este incendio afectó a tres hectáreas de monte bajo de roble y a 131 castaños. Los daños fueron valorados en unas 3.000 pesetas.


- Entre 1962 y 1964 se produjeron tres incendios que dejaron constancia judicial ya que hubo denuncias por parte de guardas forestales. Debieron ser incendios de muy poca entidad ya los expedientes judiciales fueron cerrados con prontitud tras juicios verbales. Sólo uno de ellos resulta curioso, ya que fue un incendio  provocado por "imprudencia de un menor", por lo que el expediente judicial se pasó al juzgado de menores. Este incendio, que se produjo el día 9 de abril de 1962 en el Monte Castañar Gallego -sin especificar más la localización-, produjo unos daños escasos de 150 pesetas. Mayor entidad debió tener el que se produjo el día 3 de agosto en el mismo Castañar Gallego, ya que se valoraron los daños en 4.250 pesetas (AHPCC - Leg RA/2023).

- A partir de estos incendios, todos los demás, de los últimos 50 años, los hemos conocido a través de los medios de prensa -generalmente regional- e, incluso, de algunos de ellos tenemos fotografías personales. Dejamos a continuación una "batería" de recortes de prensa y fotografías para dejar constancia de estos incendios, muchos de los cuales fueron de pequeña entidad y que, seguramente, están en el recuerdo de muchos y muchas habitantes de Hervás:












Fotografías del incendio (y trabajos de extinción) de 2013
Fotografías del autor del blog



Fotografías del incendio de 2019
Fotografías del autor del blog




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2025

Extensión del incendio de Jarilla - 2025
Fuente: cadenaser.com/extremadura

Fuente: extremadura7dias.com

Fuente: elpais/com

Fuente: elperiodicomediterraneo/com

AMH: Archivo Municipal de Hervás
AHPCC: Archivo Histórico Provincial de Cáceres

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DERECHOS: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS II no ha sido nunca publicado tal como aparece compuesto en esta entrada del blog. La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo -pedroemilio100@hotmail.com-).

La reproducción total o parcial de este texto en una publicación o cartel deberá hacer constar con claridad su autoría, así como la referencia de la publicación en que hubiera sido previamente difundida por su autor. Su uso comercial y/o público queda supeditado a la expresa autorización del autor.

viernes, 14 de noviembre de 2025

DE LOS PINOS CENTENARIOS DE HERVÁS: DESDE LA GLORIETA DE SAN ANTÓN A LA PLAZA DE NÁPOLES

DE LOS PINOS CENTENARIOS DE HERVÁS: DESDE LA GLORIETA DE SAN ANTÓN A LA PLAZA DE NÁPOLES


Copyright@2025Pedro Emilio López Calvelo



Se está acercando el final del año 2025 y no debemos olvidarnos de reseñar una circunstancia poco conocida por el común de la población hervasense,  pero digna de ser reseñada: Los Pinos, esto es, el conjunto de árboles de esta especie situados desde la glorieta de San Antón (donde hoy se sitúa la pista de pádel) hasta la plaza de Nápoles (y todo su entorno, perimetrado por la carretera de bajada al Roma, el camino que desde el puente Vallecas llevaba hasta las fábricas textiles y el camino que subía desde éstas hasta el cementerio -una superficie aproximada de 14 hectáreas-) son ya centenarios, ya que su plantación se produjo entre los últimos meses de 1924 y los primeros meses de 1925. Justo es que nos acordemos de este espacio visitado, pero poco estudiado, un tanto olvidado quizá. Debemos advertir, no obstante, que la documentación que tenemos al respecto no es muy abundante, por lo que la entrada tendrá necesariamente, un contenido breve.

Los Pinos de Hervás
Fuente: Elaboración propia sobre Sigpac 


Indicar, igualmente, que no hemos encontrado un documento (acta de pleno, expediente, etc.) en el que se indique el deseo y la causa de esta plantación de pinos, ni el momento exacto en que se inició la plantación, por lo que buena parte de los argumentos que expondremos son hipótesis que hemos desarrollado para intentar encontrar una explicación a la existencia de este interesante espacio verde en la periferia del núcleo urbano construido de Hervás. Lo que sí creemos es que esta plantación de pinos en zona denominada El Lomito se debe unir a un proceso de plantación y repoblación de árboles que llevaba algún tiempo desarrollándose en las zonas periféricas del núcleo urbano de entonces, y que incluía, también, ese amplio espacio conocido como El Robledo.

Como motivos para explicar la plantación de pinos en El Lomito, y de arbolado en general en el Robledo, habría que argumentar, seguramente, causas de tipo económico y social. Pero no, creemos, en el sentido de plantar especies arbóreas de crecimiento rápido para un pronto aprovechamiento económico (los pinos siguen en su sitio cien años después), sino como una forma de proporcionar empleo a los jornaleros del municipio y reducir el paro obrero en periodos de crisis agraria y textil y a falta de otros trabajos estacionales. El Ayuntamiento, entonces, destinaba ciertas partidas de fondos públicos y promovía trabajos de plantación de distintos tipos de árboles en paseos y espacios próximos a la población como medida "anticrisis". Y el paseo que conducía desde la ermita de San Antón hasta la glorieta de Nápoles debía ser un paseo bastante frecuentado por los hervasenses de aquellos tiempos. 

Otro motivo para realizar este proceso de plantaciones de árboles tiene, quizá, una causa sanitaria: desde mediados del siglo XIX preocupaban en los dirigentes de Hervás las zonas húmedas y pantanosas que se desarrollaban por estas afueras de El Robledo, zona colindante a esta de El Lomito, de las que se pensaba que podían contribuir a la transmisión de enfermedades como la tuberculosis (cuyas epidemias eran frecuentes); desecarlas y plantar árboles en la zona para asentar los terrenos desecados contribuiría al saneamiento de la zona.

Y aquí nos surge, además, un tercer motivo que podemos considerar como estético para justificar la plantación de pinos y otros árboles: una mejora paisajística al querer embellecer y sombrear paseos que eran recorridos con frecuencia por la población de Hervás. 

Todos estos trabajos de repoblación y de mejora forestal empleaban, por tanto, mano de obra local en la preparación del terreno, plantación, limpias y mantenimientos posteriores favoreciendo una fuente de ingresos para familias que tenían pocas posibilidades de obtener recursos por otras vías. Además, el Ayuntamiento también recurría a otras formas de proporcionar trabajo a los obreros locales por medio del arreglo y empedrado de calles, limpieza de cauces, construcción de acequias, arreglo de caminos, obras en fuentes, etc. Tanto a lo largo del siglo XIX como durante buena parte del siglo XX las actas de pleno municipal mencionan pagos por la realización de todas estas actividades.


El Robledo Alto de Hervás. Fotografía antigua

Centrándonos en el tema que nos ocupa, y sin remontarnos mucho en los tiempos anteriores a 1925, debemos indicar que ya en enero de 1923, siendo alcalde de Hervás Antonio Pérez López, las actas municipales registran el pago de jornales por la reposición del arbolado en el Robledo, paseo de la Estación y camino de San Andrés, en un intento, como vemos, por mejorar estéticamente los alrededores y las nuevas zonas de crecimiento del casco urbano de Hervás.

En mayo de ese mismo año de 1923 se indica que se va a proceder a la subasta de los pastos del Robledo, pero se especifica que no se deben admitir para el aprovechamiento de estos pastos ganado vacuno, cabrío o de cerda y "que en el caso de que se introduzcan caballerías sólo se permitirán en la parte alta del Robledo a fin de que no se perjudique el arbolado de nueva plantación".

Igualmente, en diciembre de 1923 se aprueban cuentas: "Una importante sesenta y tres pesetas setenta y cinco céntimos por los jornales invertidos en la apertura de oyas en los paseos del Robledo para la plantación de arbolado que se satisfarán con cargo al Capítulo 3º".

En algunas fotografías antiguas de Hervás podemos apreciar lo que, pensamos, pudo ser el resultado de estas plantaciones:




Fuente: fotografías del fondo Francisco Gil Navas 
extraídas del Facebook Hervasenses

En el año de 1924, tal como se aprecia en las actas desde el mes de enero, se siguen pagando jornales por la plantación de árboles en el Robledo y paseos. Y en el mes de mayo sabemos que se pretenden plantar un número importante de acacias: "Dada cuenta de una comunicación remitida por la Jefatura de Obras Públicas de la provincia fecha nueve del actual concediendo cien plantones de acacias del Vivero del Estado en la Capital, previo depósito en la Pagaduría de Obras Públicas de cuarenta pesetas para gastos de saca y preparación, se acordó por unanimidad aceptar dicha concesión de árboles para su plantación en el interior de El Robledo en sus paseos [...]".

Siguiendo esta política de embellecimiento y plantación de árboles en estas zonas que se estaban peatonalizando próximas al núcleo urbano, en los últimos meses de este 1924 se debió tomar la decisión de la plantación de pinos en El Lomito. La primera noticia que tenemos nos indica que ya están realizándose las tareas previas a esta plantación. El acta de pleno municipal de 30 de noviembre de 1924, siendo alcalde Eduardo Cortés Amores, nos informa de que se han aprobado cuentas para el pago de la preparación de los terrenos que se van a plantar: "Una importante treinta y cinco pesetas por los jornales invertidos durante la última semana en las obras de apertura de hoyas para la plantación de árboles en El Lomito que se satisfarán con cargo a lo consignado para este objeto en el Capítulo 3º".

La plantación definitiva de pinos en El Lomito se desarrolló ya en el año 1925. Un acta de plenos del día 18 de enero de ese año es muy explícita en este sentido: "Consignado en el Presupuesto del ejercicio actual crédito suficiente para los gastos de adquisición de pinos y otras variedades de árboles con el objeto de repoblar los terrenos del Lomito, se acordó se dirija atento oficio al Sr. Ingeniero Jefe de Montes de este Distrito Forestal solicitando conceda a este Ayuntamiento cinco mil plantones de pinos procedentes del vivero que dicha Jefatura tiene establecido en Gata para la repoblación de un Monte público existente en dicho pueblo y si los concede, proceder enseguida a verificar referida plantación en dichos terrenos comunales del Lomito, satisfaciéndose los gastos que se originen con cargo al Capitulo 3º, Artículo 4º de referido presupuesto". A lo largo del mes de marzo (mes en el que, por cierto, se produce un cambio en la alcaldía de Hervás: Francisco Sánchez Peña sustituye al anterior alcalde, Eduardo Cortés Amores) en varias actas de pleno municipal se consignan partidas de dinero para pagar los jornales invertidos en la plantación de pinos en El Lomito.


Los Pinos de El Lomito. Fotografía antigua

Una última noticia procedente de actas de pleno municipal nos aparece ya a finales del año 1925 y se refiere a reposiciones de plantones perdidos. En la sesión de 27 de diciembre se indica que "se proceda a la reposición del arbolado de los paseos públicos existentes en el Robledo toda vez que se ha terminado de reponer los pinos que se habían perdido de los plantados en los terrenos del Lomito".    


Más allá de la información que nos aportan estas actas, tenemos alguna documentación complementaria procedente de la correspondencia que mantuvo el Secretario del Ayuntamiento de Hervás, Pedro Sánchez Sánchez, que sería el encargado de los trámites para la adquisición de los plantones, con responsables del Vivero forestal establecido en Gata

El día 3 de marzo de 1925, desde Gata remiten una carta indicando el importe del pago que debe hacer el Ayuntamiento de Hervás por la preparación y envío de los plantones:

          - Por ocho cajones                         19,00 ptas.

          - Por arreglo de los mismos           20,50 ptas.

          - Una arroba de heno                       1,50 ptas.

          - Sacos para envolver y otros         11,20 ptas.

          - Portes a Cañaveral                       29,00 ptas.

          - Preparación y arranque de los

             plantones                                        8,00 ptas.

             TOTAL                                           89,20 ptas.


Este documento nos permite, además, conocer la forma en que eran enviados los plantones desde Gata a Hervás: eran transportados hasta Cañaveral y, desde allí, eran embarcados vía ferrocarril hasta Hervás.

Una carta fechada el 11 de marzo nos confirma que se enviaron a Hervás, desde ese Vivero forestal de Gata, los cinco mil plantones solicitados:


Y en una nueva carta escrita el día 15 de marzo, se aconseja al Secretario del Ayuntamiento que, si se vuelve a hacer otra petición de pinos, se procure que las plantaciones se hagan en los meses de octubre o noviembre.

Finalmente, una carta en diciembre de 1925 nos confirma el envío de nuevos plantones para la reposición de los pinos perdidos. Desde Gata lamentan no haber podido enviar plantones de mayor tamaño.


Hasta aquí la documentación que disponemos sobre el tema, queda evidenciado que el pinar desde San Antón hasta la plaza de Nápoles, al que, además de los paseos habituales, los hervasenses acuden el día 17 de enero a festejar a San Antón, se plantó en 1925 y, por lo tanto, tiene en la actualidad 100 años de antigüedad.

Podemos completar la entrada con información breve sobre un elemento que acompañaba a todo este proceso de plantación de espacios en El Robledo y en El Lomito: bancos de piedra que, también, cumplen 100 años este 2025 y de los que, quizá con sucesivas recomposiciones, aún quedan algunos, fundamentalmente en la zona de El Túnel y, quizá, en el Parque Municipal.

En acta de la Comisión Permanente de 29 de junio de 1924 se indica: "Por el Sr. Lacruz Cormán se propuso la construcción de veinte bancos de piedra granito de dos metros de largo por sesenta centímetros de ancho y veinticinco de espesor, fijados en tres pies, también de cantería, al precio máximo de veinticinco pesetas cada uno, siendo de cuenta del contratista la colocación en los sitios que se le designen de los paseos del Robledo y explanada anterior a la Estación"


Bancos de piedra en la zona de las Cuatro Carreteras (años ´80)

Hay que esperar hasta noviembre de ese 1924 para tener más información sobre este tema de los bancos: por un acta de la Comisión Permanente del día 2 de ese mes conocemos que Aurelio Gómez Herrero se ha comprometido a la "construcción y colocación en los sitios que le designe el Ayuntamiento veinte bancos de piedra granítica sin defectos apreciables, por la cantidad de quinientas pesetas, o sea, a razón de veinticinco cada uno [...], siempre que el labrado de las piedras en la cara que sirve de asiento y frentes o bordes sea a pico fino y matadas las esquinas, que igualmente se labrarán a escoda para evitar el rozamiento de los vestidos de los que utilizan dichos asientos".

La información final sobre el pago de los bancos, con alguna variante sobre lo acordado con anterioridad, la tenemos en enero de 1925, cuando se acuerda:

"Seguidamente y por unanimidad también se acordó se satisfagan a Don Aurelio Gómez Herrero cuatrocientas cincuenta pesetas por los veinte bancos de piedra granítica a que se refiere el acuerdo tomado en la sesión de dos de Noviembre pasado relevándole de la obligación de colocarlos en los sitios que se le designaran, por lo cual se la rebajan cincuenta pesetas del importe total del compromiso que autorizó en 4 de septiembre anterior, aplicándose este gasto a lo consignado para reparación de paseos públicos en el Capítulo 3º, Artículo 4º del Presupuesto en ejercicio"



Bancos de piedra de El Túnel

Desconocemos la causa de esta variación en el pago: podemos, quizá, especular con que el tal Aurelio Gómez Herrero era cantero de Ledrada o Sorihuela (era frecuente la compra, por parte del Ayuntamiento, de granito para diferentes usos -enlosado, construcción de bancos,...- en estas poblaciones salmantinas) y que acordaran esta rebaja para evitarle un desplazamiento hasta Hervás ya que en nuestra población había canteros con suficiente experiencia -recuérdese a la familia Ginarte- para hacer el trabajo de colocación de los bancos.

En fin, nos hemos transportado en el tiempo cien años para acercarnos al arreglo (arbolado, bancos...) de espacios habilitados para el paseo y regocijo de la población hervasense. El último eslabón de este proceso -o un eslabón importante, al menos-, cuyas raíces hay que buscar en las ideas expresadas por las corporaciones municipales hervasenses de principios del siglo XX, sería, pensamos, la construcción del Parque-Jardín Municipal que ya hemos tratado en este blog y en otras publicaciones.

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