BALBINO GINARTE: EL ARTESANO QUE DEVINO EN ARTISTA
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Nuestro blog dedicado a aspectos históricos, artísticos y geográficos de Hervás está de cumpleaños: el 11 de junio de 2015 hicimos nuestra presentación y nuestra primera "entrada": estamos, por tanto, en el OCTAVO CUMPLEAÑOS de nuestro blog TRASUNTOS DE HERVÁS. Un total de 130 entradas de las cuales, aproximadamente, el 60% son trabajos originales del autor del blog.
Para celebrarlo, tal como indicamos, continuaremos con el tema que iniciamos en la entrada anterior: los canteros Ginarte de Hervás. En concreto, esta entrada la dedicaremos a un miembro de la familia, cuyo trabajo, estimamos, superó la categoría de artesano de la piedra pudiendo ser catalogada de obra escultórica de arte: BALBINO GINARTE.
La obra escultórica de Balbino Ginarte, aunque no es muy numerosa, puede observarse en Hervás y es conocida por los hervasenses… y llama la atención de los foráneos que la observan.
En concreto, las obras escultóricas conocidas de Balbino Ginarte y que se conservan en la actualidad en Hervás son las siguientes:
- Placa de piedra labrada en el interior de la vivienda de la calle Collado nº 15.
- Imagen del Sagrado Corazón integrada hoy en la fachada de la vivienda de la calle Collado nº 15.
- Escaleras y pasamanos de la vivienda de la calle Collado nº 15.
- Tumba-mausoleo en el cementerio de Hervás (inmediatamente a la entrada, en el lado derecho).
Pero antes de hacer un análisis más o menos detallado (en función de las posibilidades de análisis de cada obra) conviene hacer algunos matices sobre el proceso de la talla escultórica de la piedra. Según la definición de la Real Academia Española (RAE), esculpir es la "acción de labrar a mano una obra de escultura, especialmente de piedra, madera o metal. Se trata, en definitiva, de hacer arte con un bloque sólido de materia prima natural como es la piedra" (¹).
En nuestra zona, por su constitución geológica, la piedra más abundante es el granito, una roca que, para su dedicación escultórica ofrece ventajas como su resistencia al paso del tiempo y su dificultad para su ruptura o fracturación, su resistencia a la abrasión del fuego, el calor y las bajas, su resistencia a la radiación ultravioleta, etc.
El proceso para realizar una escultura en piedra sigue, en general, una serie de pasos:
1.- En primer lugar, la selección de la piedra. Ya indicamos en la entrada anterior que en Hervás no hay canteras de piedra abiertas y que los canteros de Hervás se abastecían de granito comprado en pueblos del sur de la provincia de Salamanca (en general, Ledrada y Sorihuela) que llegaban por ferrocarril a la localidad.
2.- Planteamiento y concepción de la escultura: es el diseño de la misma. Lo normal es la realización en papel del diseño de la misma, teniendo en cuenta sus dimensiones, volumen, peso, tiempo de elaboración, ...
3.- Concreción del diseño: realización de un boceto concretando medidas y, en muchas ocasiones, realizando una maqueta a escala.
4.- Corte inicial del bloque de piedra, desbrozando a grandes trazos las partes sobrantes del mismo, dibujando la escultura sobre el bloque ya reducido.
5.- Desbaste: mediante el uso de instrumentos más específicos se van extrayendo las partes innecesarias, quedando ya la forma definitiva de la escultura a falta de los retoques posteriores.
6.- Acabado final: perfilación final de todos los detalles de la escultura mediante martillo y cincel y pulido final.
El espacio en el que el escultor realiza sus trabajos escultóricos es el taller o estudio, lugar que, por dimensiones, debe reunir las condiciones necesarias para que el maestro cantero lleve a cabo su trabajo.
La técnica de escultura de piedra se conoce como el tallado y las herramientas básicas son cuñas para romper inicialmente la piedra en los bloques deseados, martillos para romper la piedra y, finalmente, cinceles y punteros para la perfilación de detalles.
Las obras escultóricas de Balbino que vamos a analizar, las que hemos llegado a conocer, están concentradas, menos una, en la vivienda que ocupó con su familia, pero la más destacada, por el detalle de su labra y su complejidad interpretativa, es la tumba que realizó en el cementerio de Hervás para cuya comprensión es necesario acercarse a algunos datos de la biografía de nuestro personaje, biografía marcada por una importante tragedia que motivó la realización de la mencionada tumba.
BALBINO GINARTE: DATOS BIOGRÁFICOS DE INTERÉS
Balbino Ginarte nació en Hervás el 30 de marzo de 1896, en el seno de una familia de canteros (ya indicamos en la entrada anterior que, tanto su padre como su abuelo -ambos de nombre Francisco-, eran canteros. El registro de bautismo del Archivo Parroquial de Hervás indica lo siguiente: "En la villa y partido judicial de Hervás, provincia de Cáceres, diócesis de Plasencia, el día seis de abril de mil ochocientos noventa y seis, yo el Infraescrito Cura propio de esta villa, bauticé solemnemente a un niño a quien puse por nombre Balbino, hijo legítimo de Francisco Ginarte y Gabina Ciprián. Nació, según declaración del padre, a las cuatro de la tarde del treinta de marzo pasado, calle Abajo. Abuelos paternos Francisco Ginarte, natural de Sta. María de Tomonde, Pontevedra, y Teresa Crespo, natural de Gallegos de Salmerón, Salamanca. Maternos Julián y Antonia Neila, todos de esta villa. Padrinos Adolfo Castelar y Julia González a quienes advertí el parentesco espiritual y demás obligaciones y firmo: Eduardo Mendoza" (²).
Balbino se casó con 24 años, el 1 de agosto de 1920, con Francisca Morales Gómez, de 20 años, hija de Manuel Morales, Guardia Civil, y Fulgencia Gómez (³). El matrimonio tuvo un total de 9 hijos, pero la tragedia se ensañó con la familia cuando, en diciembre de 1936, a lo largo de una pocas horas, fallecieron dos de sus hijos pequeños: Pilar, nacida el 6 de junio de 1925, y Reyes, un niño nacido el 3 de diciembre de 1934. Pues bien, la noche del 24-25 de diciembre de 1936 la muerte se cebó con la familia Ginarte-Morales: a las ocho de la tarde del día 24 fallecía Pilar, con once años: "de muerte natural ocasionada según certificación facultativa por Paratífica", según consta en el libro de difuntos del Archivo Parroquial; y a las cuatro de la mañana del día 25 fallecía el niño Reyes, con sólo dos años "de muerte ocasionada, según certificado médico, por anemia perniciosa". En el libro de difuntos de la parroquia de Santa María de Aguas Vivas aparecen consignados, uno a continuación del otro, ambos fallecimientos (⁴).
- Placa interior de piedra de la vivienda nº 15 de la calle Collado
Esta "placa" de granito se encuentra situada en el interior de la actual casa nº 15 de la calle Collado que, en su día, fue la vivienda que habitó nuestro protagonista Balbino.
La parte exterior de esta placa está formada por una decoración de grandes ovas. El interior está dividido en tres zonas: en la zona central aparece una figura alada sobre una peana, quizá un ángel. Las dos zonas laterales son simétricas, con unos rostros en la esquina superior y unos cuartos de círculo que los aíslan del resto en los que aparecen una figuras animales (¿quizá leones?) y rosetas, y aparece una fecha que se lee con dificultad: en el lateral izquierdo aparece el año (¿1934?) y en el lateral derecho se lee OCTUBRE. La talla, en general, es poco sutil y detallada. La obra está firmada: aparecen las iniciales B (lateral izquierdo) y G (lateral derecho): BALBINO GINARTE.
Desconocemos el sentido que pretendió darle su autor, seguramente fue un ejercicio escultórico para decorar un hueco bajo unas escaleras de la vivienda.
- Sagrado Corazón de Jesús (ubicado en la fachada de la casa Collado nº 15)
“El Sagrado Corazón de Jesús es una devoción católica referida al corazón de Jesucristo como símbolo del amor divino. La devoción al Sagrado Corazón tuvo su origen en una corriente mística centrada en la persona de Jesucristo, que concebía el corazón como centro vital y expresión de su entrega y amor total. En tal sentido, la devoción al Sagrado Corazón se refiere en particular a los sentimientos de Jesús, y en especial a su amor, según lo resume el Evangelio de San Juan […]. Un número importante de congregaciones y de familias espirituales se conformaron en torno a la devoción al Sagrado Corazón” (⁶).
Al parecer la devoción del Corazón de Jesús tuvo importante difusión en el siglo XIII a partir de la predicación de franciscanos y dominicos. En España su culto estuvo vinculado con la devoción difundida por la orden jesuita y se vio reafirmado por la llegada del Felipe V (primer Borbón). La consagración oficial del culto al Sagrado Corazón se realizó en el Cerro de los Ángeles (Getafe) en 1919, donde se construyó un Monumento al Sagrado Corazón en el centro geográfico de la Península Ibérica. A partir de entonces se popularizó en nuestro país la colocación de placas o esculturas dedicadas al Corazón de Jesús (“El Sagrado Corazón de Jesús reina en esta casa” es una frase habitual que acompaña a estas representaciones).
En la imagen esculpida por Balbino Ginarte, obra escultórica interesante, nos encontramos un Cristo en actitud de bendecir (casi un Pantócrator): una figura de mediana edad, con barba y pelo muy largo y ataviado con una túnica complicada con abundantes pliegues de la que sobresalen unas manos en complicada perspectiva. La figura se ve rodeada con una constelación de sencillas estrellas o rosetas. En el borde hay una decoración de ovas y, en el mismo borde y en la parte superior del mismo, aparece la inscripción: REINARÉ EN ESPAÑA. El corazón, bajo una cruz, aparece en posición centrada en el pecho de la figura del Cristo.
Ya hemos indicado que Balbino construyó este tumba, un auténtico panteón, con motivo del fallecimiento de sus dos hijos pequeños en diciembre de 1936. La obra, compleja por la cantidad de elementos decorativos que contiene, es de muy difícil interpretación iconográfica ya que contiene una gran cantidad de elementos simbólicos cuya explicación completa se nos escapa. Aun así, intentaremos dar explicación a una parte de estos elementos escultóricos que aparecen en ella.
“Lo que eres yo lo fui, lo que yo soy tú lo serás”, frase común en muchas lápidas antiguas y que, como veremos, aparece inscrito en la tumba de sus hijos.
Como es una obra compleja, como hemos dicho, para su análisis dividiremos la obra en diferentes partes tal como aparece en la siguiente imagen:
Tenemos, por tanto:
- Hay dos placas laterales a los paneles anteriores: placa derecha y placa izquierda.
- Están las dos lápidas de las tumbas (lápida derecha y lápida izquierda).
- Cada lápida tiene su cabecero (cabecero lápida derecha y cabecero lápida izquierda).
- Finalmente, una columna exenta, con abundante decoración.
Vayamos, entonces, por partes, volviendo a indicar que renunciamos de antemano a hacer una comprensión e interpretación global del contenido de la tumba: analizaremos los elementos de forma aislada intentando aproximarnos a su significado.
PANEL 1
Un panel en el que la zona inferior presenta un importante desgaste por erosión. En la parte alta aparecen dos medallones con figuras masculinas; no hay ningún indicativo que nos permita saber quiénes son los personajes representados: el situado a la derecha no parece tener ningún matiz religioso; más dudoso sería el situado en el lado izquierdo (¿serían estos personajes a los que se refiere Víctor Chamorro en su cita como "conquistadores"?).
Aparecen tres cruces en este panel: la cruz es uno de los elementos que con más asiduidad aparecen en cualquier cementerio; es el símbolo de la fe cristiana y representa la fe y la esperanza en la resurrección y en la vida eterna. Aunque el origen de la cruz es anterior al cristianismo, cobrará su valor como símbolo de la nueva religión a partir de la crucifixión de Cristo. En este panel tenemos tres cruces: la superior izquierda tiene una corona circular -el tiempo, sin principio ni final, la eternidad-; la superior derecha parece estar representada sobre el monte Calvario -las rocas- y la situada en la columna central es una cruz con sudario, de nuevo un símbolo de la muerte de Cristo y de su resurrección.
Pero los elementos más peculiares, también los más dañados por el tiempo, son los situados en la parte baja del panel:
- En la zona inferior derecha se sitúa la figura que más llama nuestra atención: se trata de una representación muy deteriorada de una Piedad: la Virgen sostiene en sus brazos a su hijo muerto, un tema también habitual en los cementerios. La Virgen sostiene en sus brazos a Cristo muerto tras ser bajado de la cruz, antes de que el cuerpo se depositara en el sepulcro: el tema simboliza el dolor y la resignación de una madre que ha perdido a su hijo.
- En la zona inferior izquierda parece representada una figura humana dentro de un sepulcro en una perspectiva casi imposible (abierto en un lateral para permitir ver el contenido). Pensamos que es la continuación a la imagen de la Piedad -el entierro de Cristo-, y una posible alusión a la resurrección de Cristo como continuidad a la simbología aportada por las cruces mencionadas.
Además de un par de coronas vegetales más (que pueden interpretarse como un símbolo de eternidad), el panel se completa por algo que será una constante en la tumba: las iniciales de Balbino Ginarte (B) (G), situadas a ambos lados del sarcófago, en un deseo, pensamos de marcar la propiedad de la tumba, pero además, por qué no, de reivindicarse como artista.
PANEL 2
Este panel contiene menos elementos reseñables: por un lado, tenemos dos bustos de perfil en las columnas laterales, una figura femenina en el lateral izquierdo y una figura masculina en el lateral derecho. Suponemos que es la representación de Cristo y la Virgen.
En este panel la figura más destacada es la figura situada en la columna central: un Cristo crucificado. Como es conocido estamos ante un símbolo cristiano frecuente: Cristo vence a la muerte y al pecado y rescata a la humanidad de la condenación eterna. Símbolo por excelencia del amor cristiano.
Alguna decoración arquitectónica, espacios para grabar nombres de difuntos y, de nuevo, un par de coronas con cintas. Y, finalmente, de nuevo las iniciales de Balbino Ginarte, personalizando y reivindicándose.
PLACAS
La parte frontal de la tumba se completa con lo que hemos denominado como “placas”: la placa 1 a la izquierda y la placa 2 a la derecha de los paneles.
En ambas se representa, pensamos, la figura de Cristo como hombre adulto y barbado en posición lateral: representado como busto hasta el cuello en la placa 1 y con una figura que incluye parte del torso en la placa 2 y en la que se aprecia a Cristo en actitud de bendecir.
LÁPIDAS
Por debajo del esqueleto puede apreciarse una nueva cruz cruzada con una rama vegetal, probablemente una rama de olivo, símbolo de paz.
Sobre esta estructura cúbica se sitúa otra troncopiramidal decorada con volutas en cuyo centro se sitúa una corona circular que contiene una inscripción en la puede leerse la abreviatura DOM: se trata de otra abreviatura latina, adoptada por el cristianismo, para la que hemos encontrado más de una significación y que se utilizó antiguamente en cementerios, aunque hoy ya está en desuso. Por una parte, hemos encontrado que DOM sería la abreviatura de Deo Optimo Máximo (“Para Dios, el Mejor y el más Grande”); aunque, también, lo hemos encontrado como abreviatura de Deus Omnipotens Mortuus (“Muerto para Dios Omnipotente”). En cualquier caso, vendría a ser una alabanza a Dios, en manos de quien se deja el alma de los muertos hasta el día del juicio final.
Esta estructura troncopiramidal se corona con una cruz. En el enlace entre la estructura cúbica con el esqueleto y esta superior, Balbino grabó una inscripción en la que reafirmaba la propiedad del mausoleo: ES PR OPXE DAD DE B.G.
En los laterales del cuerpo cúbico al que nos hemos referido aparecen esculpidas un par de coronas con relieves, al menos uno, sorprendentes:
* En el lateral izquierdo, en una estructura que vendría a similar un cáliz sagrado se encuentra un Sagrado Corazón sobre una cruz y una rama vegetal, que podría ser olivo, cruzados. Ya hemos hablado que el corazón simbolizaría el amor divino y la cruz sería un símbolo de la fe cristiana y la esperanza en la resurrección; el olivo es el símbolo de la paz por excelencia. Todos símbolos cristianos reconocibles.
* Pero el relieve representado en el lateral derecho es, con diferencia, el más sorprendente de todo el mausoleo… y no hemos sido capaces de encontrarle una significación más allá del simbolismo de la muerte misma: dentro de un círculo aparece un personaje decapitado que porta en sus manos su propia cabeza. Después de consultar diferente documentación, no hemos encontrado en cementerios españoles algo similar. Sí puede ser frecuente la representación de una figura religiosa que porta su propia cabeza en decoración de catedrales góticas francesas -incluso puede verse en el arco central de la portada de Notre Dame de París-: en este caso se trata de San Denís -San Dionisio-, primer obispo de París, martirizado y decapitado en la persecución del emperador Aureliano del s. III.
Quizá, es sólo una especulación, Balbino conoció este tema escultórico en algún libro de grabados para escultura y le pareció adecuado para poner en su mausoleo.
COLUMNA EXENTA
El último elemento del mausoleo que analizaremos es la columna exenta al resto del mausoleo que Balbino añadió quizá como elemento final y que, si en el resto del mausoleo sólo hemos encontrado decoración que nos muestran el carácter religioso que infundía al escultor, contiene diferentes elementos decorativos y simbólicos que nos hablan de una ideología cercana a la de los primeros tiempos del franquismo.
En realidad, esta estructura externa tiene dos elementos: un pilar cuadrado rematado por volutas entre las que se sitúa una cruz inclinada y un recuadro superior.
En la zona frontal del pilar cuadrado, en su parte inferior encontramos como elemento decorativo el Yugo y las Flechas: el yugo y las flechas es una representación heráldica que se remonta a épocas de los Reyes Católicos, pero que fue adoptado en el siglo XX por diferentes grupos, en especial por Falange Española.
En el lateral derecho del pilar encontramos otros elementos que podemos interpretar como símbolos ideológico-políticos; un águila y dos lanzas cruzadas con bandera sobre los cuales se adivina una inscripción hoy, lamentablemente, ilegible.
El águila nos podría hablar de una doble simbología: el águila es el ave que adornó el escudo de España durante el franquismo (aunque su origen en escudos y banderas españolas es bastante más antiguo, pues ya apareció en el escudo de los Reyes Católicos) y el águila es, también, el símbolo de San Juan evangelista.
El escudo con dos lanzas cruzadas con bandera nos ha sido difícil de identificar: es posible que se trate de una simplificación del escudo de caballería de la Guardia Civil (ya hemos mencionado que el suegro de Balbino Ginarte, enterrado en el lateral izquierda del mausoleo, perteneció al cuerpo de la Guardia Civil: esta circunstancia, hacer un pequeño homenaje a su suegro, podría explicar la presencia de este escudo en la columna).
En el lado posterior y en el lateral derecho de la columna aparecen otros dos rostros con caracteres de labra primitivos y, de nuevo, una cruz.
Pero el elemento más destacado de esta parte del mausoleo es el recuadro superior. En el frontal del recuadro aparecen retratados, a medio cuerpo, los dos hijos de Balbino enterrados en el mausoleo: Pilar, vestida de primera comunión, con velo, con rosario y las manos juntas. Y Reyes, representado con una edad superior a la de su fallecimiento (recordemos que murió con dos años) y elegantemente vestido con chaqueta, chaleco y corbatín, y, sorprendentemente, con instrumentos de cantero en sus dos manos -maza y cincel-: sin duda un lamento por la vida perdida de un hijo varón y del cantero en potencia que la muerte no dejó crecer. Sensación de fuerza expresiva en los rostros de los dos niños.
Las dos figuras aparecen enmarcadas por diferentes molduras con alguna inscripción que hoy no es posible leer.
La parte posterior de este recuadro superior contiene una información curiosa y, seguramente, muy desconocida y que, de nuevo, por la erosión y por el paso del tiempo se nos muestra hoy ya casi ilegible. Apreciamos una cruz de ocho puntas (cruz de Malta o cruz de San Juan -símbolo de la bienaventuranzas descritas por San Mateo y, quizá representación de las virtudes cristianas-) inscrita en un círculo en el centro de una inscripción ilegible, y, debajo, un conjunto de iniciales ordenadas en tres columnas que, pensamos que son las iniciales de los hervasenses muertos en el bando nacional durante la Guerra Civil. Hace unos años, cuando estas iniciales estaban algo menos erosionadas, pudimos hacer una calca de muchas de ellas (no de todas, pues el grado de erosión ya era grande) y pudimos comprobar en el Registro Civil, con los datos de inscripción de fallecidos durante los años que duró la Guerra Civil, que, efectivamente, había coincidencia de varias de estas iniciales con fallecidos inscritos por acciones de combate en dicha contienda bélica (pero debe tenerse en cuenta que los fallecidos inscritos en este recuadro son más numerosos que las inscripciones del registro civil, ya que hubo hervasenses que fallecieron en diferentes frentes de guerra, alejados de nuestra zona hervasense y no registrados en el registro civil de Hervás). Creemos que el registro constaba de 32 iniciales.
La base de esta columna, para terminar, nos muestra, una vez más el deseo de Balbino de marcar la propiedad del mausoleo y de autoafirmarse como escultor autor de la misma: aunque el tiempo y las modificaciones en el suelo del cementerio van haciendo más difícil cada vez su lectura, en tres de los laterales de esta base (no sabemos si en el cuarto lateral hay algo inscrito) se lee: RECUERDO BALVINO GINARTE.
Hasta aquí nuestro intento de análisis de la simbología compleja de esta interesante obra escultórica de Balbino Ginarte en un intento por hacerla comprensible, al menos parcialmente. Somos conscientes de que puede haber otras interpretaciones de algunos símbolos y de que se nos pueden haber escapado alguno que no hayamos sabido ver: de nuevo es de lamentar que los textos de las lápidas y otras inscripciones no puedan leerse ya. Creemos que es una obra singular, de notable valor artístico y sentimental que, de alguna manera, debía protegerse y cuidar para que el tiempo no produzca en ella un deterioro que llegue a ser irreparable. Ojalá que nuestro pequeño análisis sirva, al menos, para que los hervasenses, al entrar al cementerio a partir de ahora, se detengan en apreciar los detalles que hemos citado y que Balbino labró con tanto esmero y dedicación hace más de 80 años.
Aprovechamos, aunque no tenga relación con el análisis de la obra de Balbino Ginarte, para indicar que el cementerio de Hervás contiene algunas tumbas-obras de arte significativas por lo que debían cuidarse (y, por qué no, hacerse cargo el Ayuntamiento de su conservación), hoy que está de moda creciendo el turismo de cementerios: además de la tumba de Balbino Ginarte, las tumbas de los Pérez Comendador-Leroux, la de la Linda Violeta (lápida de piedra y cerámica de Eugenia Gómez y Gómez fallecida en 1890 con 8 años) y la de diferentes personajes vinculados con la historia de Hervás (hijos adoptivos y/o predilectos, premiados con distintas condecoraciones en honor a su actividad pública, personajes relevantes, …). En fin, un tema que dejamos en el aire para su reflexión por las autoridades competentes en el cuidado del cementerio.
Finalizamos la entrada, en la que hemos querido dar a conocer y valorizar la obra de ese cantero hervasense, Balbino Ginarte, que quiso que su obra fuera más allá de la artesanía manual de la cantería arquitectónica y que quiso plasmar su arte en un monumento funerario en recuerdo de sus pequeños fallecidos tempranamente. Adjuntamos, para terminar, un poema que le dedicó su nieta, Angelines Ginarte, a quien, de nuevo, agradecemos su aportación documental y sus informaciones que nos han sido imprescindibles para poder realizar estas dos últimas entradas.
NOTAS:
(¹) Blog Pedra. Stone Design Projects. https://pedradesign.es/esculturas/como-hacer-estatua-taller-escultura-cantero/#bocetos-escultura. Consultado el 30/05/2023.
(²) Registro Parroquial de Hervás. Libro de bautizos, 1896.
(³) Registro Parroquial de Hervás. Libro de matrimonios, 1920.
(⁴) Registro Parroquial de Hervás. Libro de difuntos, 1936.
(⁵) Registro Civil de Plasencia. Libro de defunciones de 1954. Inscripción nº 153.
(⁶) Sagrado Corazón de Jesús.
Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Sagrado_Coraz%C3%B3n_de_Jes%C3%BAs. Consultado el 31/05/2023.
(⁷) Chamoro, V. (1981): Por Cáceres de trecho en trecho (trecho primero). Ed. Quasimodo.
(⁸) Documento familiar facilitado por Angelines Ginarte (nieta de Balbino Ginarte).
(⁹) Libro de actas de las sesiones de pleno del Ayuntamiento de Hervás. 29 de octubre de 1923.
AGRADECIMIENTO: Como en la
entrada anterior, queremos expresar nuestro agradecimiento personal a ANGELINES
GINARTE por la documentación e información aportada.
DERECHOS: El texto de esta
entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS II no ha sido nunca publicado. La
propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro
Emilio López Calvelo -pedroemilio100@hotmail.com-)
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