miércoles, 9 de agosto de 2023

DE CUANDO HABÍA OSOS EN LAS SIERRAS DE HERVÁS

DE CUANDO HABÍA OSOS EN LAS SIERRAS DE HERVÁS 

Copyright © 2023 Pedro Emilio López Calvelo

Quizá el título de la entrada resulte un tanto "engañoso": no vamos a hablar de un pasado reciente -no tenemos constancia de la presencia de osos en nuestras sierras en los últimos siglos; sí la tenemos, no obstante, de otros animales considerados dañinos: los lobos-, nos referiremos a circunstancias de hace varios siglos. En concreto, vamos a comentar circunstancias de nuestras sierras en el siglo XIV, cuando sí hay constancia de la presencia de osos en ellas. En aquellos tiempos el oso pardo (Ursus arctosse extendía por buena parte de Europa, incluyendo la Península Ibérica casi en su totalidad (en la actualidad su presencia ha quedado limitada a zonas concretas de la Cordillera Cantábrica y de los Pirineos).

La fuente que nos permite seguir el paso de los osos por las sierras de Hervás es El Libro de la Montería de Alfonso XI, rey de León y de Castilla. Se trata un libro que mandó hacer este rey cazador a sus monteros para que dejaran constancia de los conocimientos que se necesitaban para ser un experto en caza y en el que figuraran los lugares de caza más idóneos dentro de sus tierras. 

El libro de la Montería, que se escribió entre 1340 y 1350, se estructura en tres volúmenes: el primero de ellos narra de las técnicas de caza que debe conocer un buen montero y cómo criar a perros para las monterías; el segundo volumen aporta los conocimientos que debe tener un veterinario, las dolencias y heridas que pueden sufrir los perros durante los lances de caza y cómo curarlas. Finalmente, el tercer volumen, el que nos interesa como fuente, contiene una relación, muy extensa, de los montes de caza mayor de los territorios de la corona; además, se especifican las posiciones que deben ocupar los ojeadores y ayudantes (en el libro lo denominan las vocerías), los mejores sitios en los que deben colocarse los cazadores que hacen las esperas (denominados armadas) y las salidas hacia las que se encaminarían los animales que eran objeto de caza en las que era más fácil capturarlos.

El oso pardo era un objeto preciado de caza mayor -junto con el jabalí-, generalmente reservada a la nobleza y la realeza; el interés por conocer su distribución ha permitido tener documentación sobre el tema. Seguramente, en las sierras del Sistema Central siguieron existiendo osos, aunque en un número cada vez más reducido, hasta el siglo XVIII (hay fuentes que así lo acreditan), pero, parece ser que a mediados de este siglo XVIII el oso estaría casi extinguido en nuestras sierras (ya que las fuentes documentales de ese momento: Interrogatorio de la Real Audiencia de Extremadura y el Catastro del Marqués de Ensenada, fundamentalmente, no citan su presencia en nuestro territorio). Las causas de la progresiva disminución y, finalmente, la desaparición de los osos en el Sistema Central, y en la casi totalidad de la península, debemos buscarlas en la tala y roturación de bosques y campos para usos agrícolas y la persecución y caza de una especie muy apreciada por los cazadores. Este Libro de las Monterías ofrece, además, una gran cantidad de topónimos, algunos de los cuales sobreviven hoy en día mientras que otros han desaparecido con el paso del tiempo.

-Nota: debemos advertir que el relato del Libro de las Monterías utiliza muchos topónimos (nombres propios de lugares), además de estar escrito en castellano antiguo; muchos topónimos, o sus derivados, aún se conservan y pueden encontrarse mirando con detenimiento mapas topográficos de Hervás y Cabezuela del Valle -hojas 575 y 576, especialmente en las versiones más antiguas de estos mapas topográficos-, otros muchos topónimos ya han desaparecido por el paso del tiempo-.

Dibujo de Pablo Pérez, basado en una portada de la revista Quercus
En: "Las últimas referencias del oso pardo en el Sistema Central Occidental"
 de José Piñeiro Maceiras

Pues bien, siguiendo este Libro de la Monterías -y tal como refleja el investigador J. M. Hernández Sousa en un trabajo sobre la Sierra de Béjar (¹)- en las sierras situadas en las sierras próximas a Hervás se describen las siguientes monterías

1.- El monte de Forcino, que es cabo Ervas, es un buen monte de oso en la otoñada et en invierno. Et son las vocerías, la una desde la Majada del Guerrero fasta la Cabeza de Nova Muño, et dende fasta el collado de las Vacas, et del El collado de las Vacas fasta los Celliruelos, et dende por cima de la Garganta de Forcino, fasta la Peña de Pié Naharro; et la otra desde la Peña de Pié Naharro por collado Sequiello, fasta el collado de la Centenera, et la otra desde las viñas de la puente Centenera, Pié de Muño Pedro arriba, fasta la Foyuela; et la otra desde la Majada del Guerrero Ayuso, todo el Pié del Guerrero Ayuso, fasta las casas de Domingo Miguel, et dende fasta las viñas de los Colladiellos.

El citado investigador Hdez. Sousa describe así esta montería: "se realiza en torno al monte Forcino, que se encuentra en el cabo Ervás, es decir, al final de los límites del territorio de la aldea de Hervás. Las vocerías que se emplaza son varias, la primera de ellas desde la Majada del Guerrero (son varios los topónimos que hacen referencias a majadas, como Las Majadillas o Majacerra) hasta la Cabeza de Nava Muño que bien puede referirse al cerro de La Cruz del Jeromo, desde allí hasta el Collado de las Vacas y hasta los Cerilluelos y por encima de la garganta de Forcino hasta la Peña de Pié Naharro, va delimitando un arco que engloba las aguas que recogen los arroyos Cardoso y Espinajero cerrando por el oeste con las crestas de los Hermanitos, Calvitero, Canchal de los Campanarios, Canchal de la Portilla del Arenal hasta el Canchal Pinajarro para descender junto al río Balozano donde debemos situar el puente de la Centenera, desde donde arranca otra vocería que englobaría parte de la hoy conocida como Cordillera del Molinillo y el del Hornillo. Desconocemos donde debía situarse la armada puesto que en el texto original no se cita, pero debemos pensar que habría de situarse en las proximidades del río Balozano, hacia donde se encaminarían las presas en su huida(¹).

Y da la siguiente explicación de algunos topónimos:

- Ayuso: del latín ad deorsum "hacia abajo"

- Cabeza: del latín Capitlium "cerro alto"

- Centenera: del centeno (Secale Cereale L.). El cultivo del centeno tuvo gran importancia en muchos lugares en muchos lugares en épocas pasadas, sobre todo en terrenos pobres, hasta que fue paulatinamente desplazado por las variedades rústicas de trigo.

- Cilleruelo: de ciruelo.

- Collado: paraje rehundido que permite flanquear una loma o depresión suave por donde se puede pasar fácilmente de un lado a otro de una sierra.

- Ervás o Herbás: hoy Hervás, su origen parece del latín Gervasii, genitivo singular del nombre propio Gervasius. No es fácil determinar si nos encontramos ante un hagiotopónimo, caso en el que deberíamos entender ecclesia sancti Gervasii, o un nombre de propietario, villa Gervasii, aunque el hidrónimo Santihervás, parece apoyar la primera posibilidad.

- Foyuela: del latín fövea "hoyo excavación", hoyuela.

- Majada: del latín maculata, de macula, malla, red, lugar donde se recoge de noche el ganado y se albergan los pastores.

- Viñas: Vitis vinífera L. subsp. vinífera, la frecuencia con la que aparece este topónimo es indicativo de la importancia que adquirió el cultivo de la vid en el pasado. Suele usarse la denominación vid o viña para las cepas cultivadas, no asilvestradas (¹).


2.- La Dehesa et la Garganta del Rey, et la Garganta de Dahuron que es cabo Ervás, es todo un monte, et es bueno de oso en la otoñada, en el ivierno. Et son las vocerías, la una por el Pié de Muño Pedro arriba, fasta el collado de la Centenera, e dende al Colladiello Seco, et desde el Colladiello Seco fasta la del risco, et dende fasta encima de la Peña de Pié Naharro, et la otra desde Pié Naharro fasta los Cervunales, et desde fasta la Somera, et de la Somera al Colladiello fondo; et dende fasta la cabeza del Molino. Et son las armadas, la una á las Fuentes, et la otra al Forcino de Domingo Ervás.

Según indica el citado J. M. Hernández Sousa "esta montería se centra en la dehesa y garganta del Rey y la garganta del Dahuron que se encuentran en los límites de la aldea de Hervás y que forman un conjunto de caza. Comparte topónimos con la anterior y de este modo consideramos que se encuentra en la zona más al medio día de ella. En su recorrido va delimitando la zona donde se recogen las aguas del río Ambroz y del arroyo de las Costeras; y al igual que la anterior, va delimitando un arco con la Cuerda de Pie Sequillo al este con las cotas más altas, y hacia el sur el Lomo del Zapatero por donde se han de situar las vocerías; en cuanto a las armadas necesarias, en este caso dos, se han de situar en las Fuentes, acaso Fuente Morena y otra en el forcino de Domingo Hervás, hoy desaparecido" (¹).

- Cervunales: el cervuno es una gramínea de pequeño tamaño que forma densos pastos (cervunales) en las zonas altas de las sierra, sobre suelos muy húmedos y en ocasiones higroturbosos. Pese a no ser un pasto fino, los cervunales juegan un importante papel como agostaderos para la alimentación del ganado vacuno extensivo durante el verano.

- Collado: de collem confundiendo su significado con el de collum. En castellano ¨paso entre montes¨.

- Somera: parte más alta. Del latín Summus ¨el más alto o por encima¨ (¹).

Caza del oso según un grabado antiguo

3.- La Cabeza de Ervás es buen monte de oso en la otoñada, et en el ivierno.

"La Cabeza de Ervás, dice el mismo autor, se debe referir a un cerro inmediato o muy próximo a la aldea, tal vez Cabezo Grande, situada al norte de la misma y alrededor del que encontramos varios topónimos que hacen referencia a las monterías como Majalalosa" (¹).

4.- La Garganta de Majada Luenga, et los Naharriellos, et la Garganta las Albarranas, que es sobre Ervás, es todo monte, et es bueno de oso en la otoñada, et en el ivierno. Et son las vocerías, la una desde la puente de los Santos fasta la Cabeza Arquera, et al collado de la Cárcaba, et dende Pié Rodrigo arriba, fasta el collado de la Gallina, por cima de la sierra, fasta el collado de los Frayres, et dende el collado del Zapatero, et del collado del Zapatero por encima de la cumbre, fasta el collado de la Centenera: et la otra desde el collado de la Centenera, Pié de Muño Pedro ayuso, fasta la fuente del Forcajo. Et que estén canes de renuevo en Castri el Frío et en el Seellerejo de los Frayles. Et son las armadas, la una en la Cabeza del Arquera, et la otra en Majada Llana; et la otra en el Forcajo de Majada Luenga, et la otra en el collado de la Tejera.

Esta montería, según el indicado autor, "recorre los montes que recogen aguas de Majada Luenga, Naharriellos y Albarranas que se encuentran sobre Hervás. Las vocerías han de situarse formando un arco que comienza en la puente de los Santos hasta Cabeza Arquera, collado de la Cárcava, Pié Rodrigo, todos ellos topónimos aún presentes, hasta llegar a las cotas del Cerro del Moro y El Posturillo, para cerrar el arco con otra vocería por el collado del Zapatero hasta el collado de la Centenera, desde donde empieza otra hasta la fuente del Forcajo (posiblemente el Horcajo). La longitud y dificultad de esta montería hace necesarios perros de refresco que han de situarse en Castelfrío situado al sur del Pinajarro. En cuanto a las armadas habla de hasta cuatro, situadas cada una en lugares estratégicos en la huida de las presas, algunos de ellos, como Majada Llana y la Tejera todavía localizables sobre el terreno(¹).

- Albarrán: antiguamente mayoral (pastor principal), usado en Salamanca.

- Cárcaba: del latín Carcavo ¨zanjas que hacen las aguas de lluvia¨.

- Castri: de castro del latín Castrum ¨campamento fortificado¨.

- Forcajo: horcajo, topónimo románico, derivado del común castellano horca, del latín furca, con el significado metafórico tanto de ¨confluencia de dos ríos o arroyos¨ como ¨punto de unión de dos montañas o cerros¨.

- Frayre: frailes, del latín Frater, -tis, documentado ya en las segunda mitad del siglo XII.

- Majada Luenga hace referencia a alguna majada grande o larga (¹).


Mapa de Tomás López, 1894

5.- La Garganta de Andrés es un buen monte de oso en la otoñada, et en el ivierno.

Finalmente, nos indica J. M. Hernández Sousa que "esta montería se desarrolla a lo largo y ancho de la Garganta de Andrés o Arroyo Romanillos, situada al sur de Hervás; arroyo que nace en las proximidades de Collado Rubio, recoge las aguas de la Umbría del Rey y Solana de Andrés y va a desaguar en el río Ambroz. Todo su recorrido constituye el límite suroeste del alfoz de la Tierra de Béjar(¹).

Pues bien, como se ha podido apreciar son cinco las monterías, unas abarcando territorios más extensos que otras, según la topografía de cada zona, que Alfonso XI sitúa en las zonas montañosas próximas al actual término municipal de Hervás. En estos relatos del libro sólo se habla de caza del oso, para ellos la especia de caza más apreciada, pero, sin duda, cazarían todas las especies cinegéticas, especialmente caza mayor, que les fueran saliendo en esas vocerías, entre las cuales estarían el jabalí y cérvidos diversos -gamos, ciervos, ...-. Pero ya dijimos que, según las fuentes bibliográficas consultadas, el oso debió desaparecer de las sierras extremeñas hace varios siglos.

En la aplicación que se adjunta -presionar sobre el mapa- se puede hacer una comprobación de los topónimos que se conservan de esta zona de los montes periféricos a Hervás: 


Nos gustaría terminar la entrada haciendo una breve mención de la caza en Hervás de otro animal de los considerados dañinos para la especie humana y sus actividades económicas: nos referimos al lobo (Canis lupus) -también ocurrió con otras especies como el zorro-. La presencia del lobo en nuestras sierras está documentada hasta, aproximadamente, la mitad del siglo XX. Pero el lobo fue perseguido en el pasado por los daños que producía sobre el ganado y sobre otras especies de caza. La captura y muerte del lobo estuvo, en muchos municipios, regulada por leyes de caza y pesca: el rey Carlos III en 1788 llegó a decretar la posibilidad de celebrar batidas de caza del lobo; su hijo Carlos IV, por contra, suspendió estas práctica. Sin embargo, Fernando VII en 1825 volvió a autorizar el desarrollo de batidas de caza del lobo.

No hemos encontrado en Hervás una normativa legal que regulara la caza del lobo; sin embargo, sí hemos encontrado indicios suficientes -en las actas de pleno del Ayuntamiento de Hervás- para asegurar que en las sierras de Hervás se practicaba la caza del lobo: no planteada, como podría pensarse hoy, como una actividad deportiva, sino planteada como una necesidad debido a la peligrosidad que la presencia del lobo significaba para la actividad ganadera en el valle del Ambroz. 

Pondremos algunos ejemplos, siempre teniendo en cuenta que son, sólo, unos datos de entre otros muchos que pueden encontrarse dispersos en las actas municipales de pleno del Ayuntamiento de los siglos XVII a XIX:

- En 1671 encontramos dos apuntes: en uno se está hablando de la reclamación de un vecino que tiene corrales en la sierra y que reclama beneficios por el uso de los corrales cuando los ganaderos guarden sus ganados para protegerlos del ataque de los lobos (²).

Un segundo acuerdo del ayuntamiento de Hervás establece que se abonarán dos ducados a cualquier vecino que aportara una camada de lobos, pagadas por los ganaderos (²).

- En 1675 un vecino de La Garganta aporta un mandamiento, procedente del Corregidor de Béjar, en el que se ordena colocar cepos para la captura de lobos en todas las sierras del entorno de Hervás: desde Baños hasta Peña Negra y desde Hervás hasta la jara de Balozano; desde los collados al Pinajarro y por otras zonas de nuestras sierras. Incluso se establecen penas para quien los quitare o los dañare: la primera vez 20 ducados, la segunda vez 40 ducados; y se establece como pago para quien acreditara haber matado algún lobo "por el perjuicio que hacen al ganado": 24 reales (³).

- En 1751 y años próximos se encuentran datos del pago por la captura de lobos.

- En 1790 y 1791 también hemos encontrado pagos a cazadores de lobos y de zorros: "Idem ciento sesenta y ocho reales satisfechos a los dibersos cazadores de zorros, zorras, hijuelos de éstos y dos lobeznos por los que respectibamente apreendieron y mataron en este término, entregando sus pieles como consta en los catorce recibos que con el testimonio prebenido en la Real Cédula en el asunto -se ha respetado la grafía original-" (). 

La importancia del lobo en nuestras sierras puede seguirse en el Centro de Visitantes El Lobo ubicado en la población de La Garganta, centro de interpretación realizado con el asesoramiento del antiguo colaborador de Félix Rodríguez de la Fuente: Carlos Sanz. En este centro de interpretación, a través de maquetas, paneles, audiovisuales, reproducciones, etc. pueden conocerse diferentes aspectos sobre la vida de los lobos y su relación con el hombre.

Fuente: https://visitambroz.es/guia_del_ambroz/centro-de-visitantes-el-lobo/

Cerca de la población de La Garganta se encuentra, además, una construcción simbólica de la lucha entre el lobo y el hombre: el Corral de los Lobos, una antigua trampa para la caza del lobo en estas sierras. 

Fuente: https://www.hoy.es/extremadura/201505/31/garganta-pueblo-lobo-20150531004707-v.html 

Vandalio para Dórida criaba,
cuando viendo que el lobo lo llevaba,
dijo alzando la voz, airado y fiero:
«¡al lobo, al lobo, canes, que os espero,
Argo, Trasileón, Melampo y Brava!
¡hélo!, Brava lo alcanza y, ¡hélo!, traba.
Soltado lo ha el traidor, por ir ligero.
»Ya lo veo y lo alcanzo, ya lo tomo;
ya se embosca el traidor, ya deja el robo;
ya mis canes se vuelven victoriosos».
Así decía Vandalio, y no sé cómo
por entre aquellos álamos ombrosos
eco resuena ahora: «¡al lobo, al lobo

Poema "un blanco, pequeñuelo y bel cordero" de Gutierre de Cetina


ROMANCE DE LA LOBA PARDA (Fragmento)     -Anónimo-

Estando yo en la mi choza   pintando la mi cayada,
las cabrillas altas iban   y la luna rebajada;
mal barruntan las ovejas,   no paran en la majada.
Vide venir siete lobos   por una oscura cañada.
Venían echando suertes   cuál entrará a la majada;
le tocó a una loba vieja,   patituerta, cana y parda,
que tenía los colmillos   como punta de navaja.


(¹) HERNÁNDEZ SOUSA, J. M. (2015): El Libro de la Montería en las Tierras de Béjar. Un acercamiento al estudio de su territorio y toponimia. Revista de Estudios Bejaranos, pags. 39-52.

(²) Archivo Municipal de Hervás. Libro de acuerdos municipales, 1671.

(³Archivo Municipal de Hervás. Libro de acuerdos municipales, 1675.

(Archivo Municipal de Hervás. Libro de acuerdos municipales, 1791.

NOTA: Parte de este trabajo, especialmente la interpretación de las monterías en las sierras de Hervás según el libro de Alfonso XI, está basado en el artículo: HERNÁNDEZ SOUSA, J. M. (2015): El Libro de la Montería en las Tierras de Béjar. Un acercamiento al estudio de su territorio y toponimia. Consulta: El_Libro_de_la_Monteria_en_las_tierras_d.pdf

DERECHOS: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS II no ha sido nunca publicado. La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo -pedroemilio100@hotmail.com-)

La reproducción total o parcial de este texto en alguna publicación o cartel deberá hacer constar con claridad su autoría, así como la referencia de la publicación en que hubiera sido previamente difundida por su autor. Su uso comercial y/o público queda supeditada a la expresa autorización del autor.

2 comentarios:

  1. Puede que me engañe la memoria pero creo recordar que, siendo un adolescente, mataron 3 lobos y estuvieron colgados ( atados por las patas traseras) en los balcones del casino

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    Respuestas
    1. Yo me acuerdo de jabalís, pero no de lobos. José A. Bejarano también recuerda lobos colgados en La Corredera.

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