EL “EMPORIO” COMERCIAL CREADO DESDE HERVÁS POR ANICETO GARCÍA (principios del siglo XX) -1ª parte-
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Emilio López Calvelo
He pospuesto esta entrada unos días (días de "zozobra y pesadumbre") por el enorme incendio de la sierra que nos ha tenido a todos los hervasenses con el alma en vilo y el corazón en un puño. Pero, con el propósito de no romper la tradición de hacer al menos una entrada al mes en este blog de Trasuntos, es hora de dar salida a este texto, que será doble y que espero que sea de interés.
Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, la palabra emporio puede tener varias acepciones:
(Del lat. emporium ´mercado´, ´factoría´, y este del gr. empórion ´mercado establecido en suelo extranjero´):
1. Lugar donde concurren para el comercio gentes de diversas naciones.
2. Ciudad o lugar notable por el florecimiento del comercio y, por extensión, las ciencias, las artes, etc.
3. Empresa o conjunto de empresas florecientes.
4. Gran establecimiento comercial donde se puede comprar todo lo necesario en una casa (El Salv. y Nic.) https://dle.rae.es/emporio
Todas estas acepciones nos sirven
para definir el negocio que Aniceto García Sánchez tuvo en Hervás desde principios
del siglo XX y que se prolongó durante buena parte de este siglo XX. Para
quien no identifique el negocio al que nos referimos debemos hacer notar que,
para muchos hervasenses, fue el comercio conocido como Casa Chino,
situado en la calle del Relator González (aunque, en realidad, nunca tuvo ese nombre oficial) en el mismo lugar donde hoy existe un
gastrobar que lleva el mismo nombre: Casa Chino. En este establecimiento, y
gracias al cuidado que ha tenido en la restauración del edificio su actual
dueño (Delfín Amador, a quien debemos agradecer su facilidad para acceder a la
documentación conservada), puede observarse, en el primer piso, la oficina
desde la que se gestionaba este negocio y en la que, en la pequeña exposición
que se muestra actualmente, pueden apreciarse algunos ejemplos (letras de
cambio, cheques bancarios,…) de la intensa actividad comercial que mantuvo el
notable comerciante Aniceto García con medio mundo (Latinoamérica,
Europa,…).
Hacer una biografía,
siquiera de mediana extensión y profundidad, de la vida y actividad comercial
de Aniceto García superaría con mucho las intenciones de esta entrada y
llevaría un tiempo y un proceso investigativo muy complejo. La meticulosidad
con la que este importante comerciante hervasense realizaba el registro de su actividad
comercial (copias de pedidos, facturas, duplicados de cartas comerciales,...) hace que la documentación conservada sea notable y, por tanto, se hace
muy compleja su investigación detenida. Por otra parte, su interesante -aunque
desconocida- vida personal y pública -que, en parte, puede seguirse a través de
documentación del Archivo Municipal-, completarían un trabajo que, como hemos
indicado, superaría, con mucho, las posibilidades de una modesta entrada en
nuestro blog.
Por ello, centraremos la entrada
en dos aspectos: unas breves notas biográficas de Aniceto García adivinadas a
través de la documentación archivística para conocer un poco a este complejo
personaje y el análisis de un curioso episodio -puntual en el tiempo- de la muy
interesante actividad comercial de este desconocido, pero destacado, comerciante
de Hervás. Y como, al escribir este texto, consideramos que es muy extenso para una sola entrada, haremos dos entradas seguidas: una en la que trataremos de diferentes aspectos de la biografía de Aniceto García, y una segunda en la que narraremos las peripecias ocurridas en un curioso negocio comercial ocurrido en 1911 y que nos servirá para entender las dotes y potencia comercial de nuestro protagonista.
Aniceto García Sánchez nació en Hervás el 17 de abril de 1875, hijo de Eusebio García y de Hilaria Sánchez que habían contraído matrimonio en 1862. Era el menor de ocho hermanos (Gregorio, Candelas, Francisco, Julián, Calixto, Segundo, Celestina y Aniceto) y quedó huérfano de madre siendo aún un niño. Su padre, Eusebio (que en documentos de los años 80 del siglo XIX aparece -desconocemos la causa- con los apellidos Iglesias Hinjos en lugar de García Ordóñez), tenía su domicilio en la calle Fábrica -hoy Pizarro-, y, según consta en el padrón de vecindad de 1884, ejercía como hilandero; en el padrón industrial de 1897-1898 aparece inscrito como propietario de una tienda de mercería ubicada en la calle Collado. En el censo de habitantes de 1895 Eusebio Iglesias aparece inscrito como comerciante y su hijo Aniceto, que contaba con 20 años de edad, aparece ya inscrito también como comerciante.
En el Archivo Municipal hemos
encontrado la documentación relativa al expediente de Quintas para el reemplazo
del Ejército para el año de 1894 en el que aparece Aniceto Iglesias Sánchez
-recordemos el cambio de apellidos familiar durante unos años- en la que se
indica “de Eusevio e Hilaria, de Hervás, medido tubo la talla de un metro
seiscientos siete milímetros (1607). Nada alegó. El Ayuntamiento oído el
parecer del médico le declara Soldado Sorteable”. (AMH Leg 123/2).
Unos años después, el periódico El
Ambrot - Semanario Independiente, que se publicó en Hervás entre noviembre
de 1904 y abril de 1905, informa, en el apartado de Noticias, durante el mes de
abril -días 1 y 8- que “el domingo último fue pedida la mano de la simpática
señorita Teresa Comendador para nuestro querido amigo Aniceto García”, y “en
el día de mañana se publicará la primera amonestación del activo e inteligente
comerciante, nuestro particular amigo, Aniceto García y de la distinguida Srta.
Teresa Comendador. Reciban los futuros contrayentes nuestra más cordial
enhorabuena”. El matrimonio, que debió celebrarse en ese mes de abril de
1905 tuvo seis hijos (Ramón -1906-, Aurora -1907-, Amparo -1909-, Ángeles, Celestina
-1918-, y Teresa -que falleció muy joven-). (Periódico El Ambrot, 1 y 8 de abril de 1905 -Consorcio Museo Pérez
Comendador-Leroux, 2005).
El negocio comercial lo inició,
por tanto, el padre de Aniceto (Eusebio García o Eusebio Iglesias,
indistintamente); durante un tiempo se incorporó al negocio de la mano de su
padre, apareciendo en los documentos comerciales como Eusebio García e Hijo ya
en 1894. El padre, Eusebio, debió fallecer en marzo o abril de 1906, fecha a
partir de la cual ya aparece Aniceto García en exclusiva como detentador del
negocio comercial. Desconocemos si la vivienda-edificio en que hoy se desarrolla el
negocio Casa Chino en la calle Relator González nº 16, y que fue el
domicilio social y casa familiar de Aniceto y su familia hasta el cierre del
negocio a finales de los años 80 del siglo XX, la construyó él o si fue fruto
de una compra y adaptación posterior para el negocio: el caso es que en la
fachada de la vivienda aparece la cifra “1896” junto con las iniciales A.G. -Nos aclara un familiar que el negocio estuvo inicialmente en la esquina de la calle Collado con Relator González -en el lugar donde luego estuvo el negocio de Los Muchachos- y que la casa de Relator González 16 la adquirió Aniceto García en 1910 y, más tarde, la aumentó con la casa situada en el número 2 de Subida a Santa María-.
También es interesante indicar que Aniceto García se dedicó a la elaboración y venta de vinos, llegando a contar con una de las bodegas de mayor capacidad de Hervás que estuvo situada en el edificio conocido como del Cabildo -en la calle que hoy lleva ese nombre-.
Como curiosidad, y como muestra de su poderío comercial, indicar que, cuando se inauguró en Hervás el centro y la línea telefónica en enero de 1931, Aniceto García tuvo el número 4 de teléfono de la localidad (detrás del Ayuntamiento, Juzgado y Cuartel de la Guardia Civil que tenían los tres primeros números).
Además de comerciante, a través de la documentación encontrada en archivo, hay un aspecto de la biografía de Aniceto García que, quizá, sea poco conocido; nos referimos a su actividad política, centrada especialmente, a la luz de los documentos que hemos encontrado, en el periodo de la II República.
La llegada de Aniceto García a la política local, no obstante, se produjo en el periodo final del gobierno de Alfonso XIII. En febrero de 1930 nuestro protagonista, como uno de los mayores contribuyentes de la localidad, fue nombrado concejal de Hervás por la autoridad gubernativa, cargo de concejal que seguía desempeñando cuando se proclamó la II República. Aniceto García se presentó, formando parte de un partido minoritario -el partido Federal Republicano-, a las primeras elecciones municipales una vez proclamada la II República, obteniendo una gran cantidad de votos, por lo que pasó a formar parte del primer ayuntamiento hervasense de esta II República, siendo elegido como 2º Teniente de Alcalde de esta corporación. Formó parte, también, de la Asamblea Popular Hervasense al servicio de la República.
Como concejal de Hervás se
incorporó, en abril de 1931, a la comisión gestora de la Diputación Provincial
de Cáceres como representante del distrito Hoyos-Hervás y como representante de
tal Diputación ejerció en el homenaje que se tributó en Hervás a Enrique Pérez
Comendador en agosto de 1932 por haber obtenido el escultor la 1ª Medalla en la
Exposición Nacional de Bellas Artes.
Mantuvo su puesto de concejal del
Ayuntamiento de Hervás hasta los acontecimientos de la Revolución de Octubre de
1934, circunstancia por la que, con otros miembros del Ayuntamiento, fue cesado
de sus cargos por orden de la autoridad gubernativa el 18 de octubre de ese año.
En algún momento de este periodo republicano, en 1935,
Aniceto García se afilió al partido de Izquierda Republicana, de cuyo comité local llegó a ser tesorero y presidente. Como integrante de este partido político, formó
parte del Frente Popular que se hizo con la alcaldía de Hervás en febrero de
1936, volviendo a ser elegido concejal y, de nuevo, 3er. Teniente de Alcalde.
Tras el golpe militar de julio de
1936 fue investigado e interrogado sobre su actividad política durante el periodo republicano, alegando que
había dimitido de sus cargos el 12 de julio por disconformidad con determinadas
medidas tomadas por el Ayuntamiento. Estuvo preso en la cárcel de Hervás, pero,
al no participar de las reuniones y los hechos que tuvieron lugar en el
municipio entre el 18 y el 21 de julio para intentar evitar la llegada de las
tropas franquistas, pudo librarse del consejo de guerra en el que fueron duramente
condenados veintiséis hervasenses -causa 1230- (cinco de ellos fueron
condenados a muerte y ejecutados y el resto fue condenado a cadenas de cárcel entre
20 y 30 años, todos ellos por "adhesión a la rebelión"). Aniceto García sufrió, durante varios meses, el castigo de
destierro en la localidad cacereña de Jarandilla.
Entre los aspectos desconocidos de su biografía, en un nivel muy distinto al anterior, hay que indicar que Aniceto García fue uno de los miembros fundadores del Círculo de la Amistad, a principios del siglo XX, siendo tesorero de la primera directiva del círculo.
Otro aspecto remarcable de la actividad de Aniceto García, más allá, también, de su
actividad como comerciante, es el hecho de que formó parte y encabezó la comisión
que se creó en Hervás entre finales de los años 40 y principio de los 50 del
siglo pasado para la restauración de la ermita de San Antón (ya había formado parte de la comisión que, en los años 20, procedió a la reforma de la ermita de San Andrés). Esta ermita de San Antón que,
al parecer, se había construido para sustituir a la antigua de los Santos Mártires
en 1934, presentaba a finales de los años 40 un importante grado de deterioro
por lo que se decidió su reconstrucción. Como ocurrió también para la
reconstrucción de la ermita de San Andrés unos años antes, se creó una comisión
para organizar y recaudar fondos para poder efectuar esta reconstrucción, siendo
Aniceto García, como hemos indicado, uno de los promotores. El proyecto de la
obra lo realizó el aparejador municipal Francisco Martínez Huertas y, tras
varios años de obras que se iniciaron en 1949, la ermita de San Antón fue
inaugurada el día 17 de enero (San Antón) de 1953.
No nos extenderemos más en la biografía de Aniceto García (para ser sinceros, tampoco hemos encontrado más documentación interesante que nos sirviera para “recrear” el resto de sus años de vida en los que, por otra parte, siguió desarrollando su intensa actividad comercial).
Aniceto García Sánchez falleció en Hervás el 11 de noviembre de
1965 cuando contaba con 90 años de edad (había enviudado de su mujer, Teresa
Comendador, sólo unos meses antes). Su hijo Ramón, como cabeza visible del conjunto de los hermanos que lo heredaron, continuó con el negocio
empezado por su abuelo y su padre hasta el cierre del mismo en los años 80
del siglo XX.
DERECHOS: El texto de esta
entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS II no ha sido nunca publicado tal como
aparece compuesto en esta entrada del blog. La propiedad intelectual de dicho
texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo -pedroemilio100@hotmail.com-).
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