domingo, 31 de marzo de 2024

LA SEMANA SANTA DE HERVÁS: APROXIMACIÓN A SU HISTORIA.

LA SEMANA SANTA DE HERVÁS: APROXIMACIÓN A SU HISTORIA

Copyright©2024 Pedro Emilio López Calvelo 

La situación meteorológica de finales de este marzo de 2024, con sus borrascas, vientos fuertes y abundantes lluvias, ha afectado de forma directa al ciclo procesional de todo el país, impidiendo la salida de una gran parte de las estaciones de penitencia programadas.

También en Hervás, como no podía ser de otra manera, se han suspendido buena parte de las procesiones que estaban previstas. Es comprensible el sentimiento de pena y aflicción de todas aquellas personas responsables de la organización de las mismas, de los participantes en los desfiles procesionales y de todos y todas aquellas personas que, como cada año, llenan las calles de Hervás para ver las cuidadas procesiones con sus engalanados pasos procesionales.

Es, quizá, un momento adecuado para acercarnos a la historia de las procesiones y cofradías procesionales de Hervás, y lo haremos de la mano de la documentación que aparece en las páginas web y facebook de actual Cofradía de la Vera Cruz de Hervás y de la escasa bibliografía existente al respecto.

En un artículo aparecido en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás de 2009, Sebastián Neila Sánchez, en aquellos momentos Presidente de la Cofradía y, por su vinculación con la Iglesia hervasense, responsable en gran medida de la organización y ornamentación del ciclo procesional de Semana Santa (y del resto del año litúrgico) hacía una exposición de los orígenes de las cofradías y procesiones de Hervás. Trasuntaremos, inicialmente, esta aportación de Sebastián Neila a la historia de la Semana Santa hervasense para completarlo, después, con la relación de imágenes que aparece en los distintos pasos procesionales.

LA COFRADÍA DE SEMANA SANTA CONMEMORARÁ EN OCTUBRE LA RESTAURACIÓN DE MARÍA SANTÍSIMA DE LA ESPERANZA

El pasado mes de septiembre, aprovechando unos días de vacaciones por las Fiestas del Cristo, me dio por pedir permiso a Eduardo (sacerdote de Hervás) para consultar el archivo parroquial de Santa María. Mi intención era buscar algo sobre alguna de las cofradías antiguas y de las imágenes que hoy procesionan.

Cual sería mi sorpresa cuando descubrí tres libros de la Cofradía de la Vera Cruz, la encargada de la Semana Santa desde el siglo XVI. Mi intención es contar algo de lo que encontré, siempre con la ayuda de un par de cofrades más.

Las Cofradías existentes en el siglo XVI eran las siguientes: 

   - Cofradía del Dulce Nombre de Jesús.

   - Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias.

   - Cofradía del Boto de Nuestra Señora.

   - Cofradía de la Virgen del Rosario.

   - Cofradía del Señor San Andrés (hoy del Santísimo Cristo de la Salud).

   - Cofradía de los Santos Mártires (con ermita en el Robledo; hoy San Antón).

   - Cofradía de los Nuevos Mártires Gervasio y Protasio.

   - Cofradía de la Vera Cruz.

COFRADÍA DE LA VERA CRUZ:

La devoción a la Vera Cruz se desarrolla desde el siglo XIII por toda España, un personaje fundamental al respecto fue Vicente Ferrer (1350-1419). El santo dominico, gran predicador, fomentó la penitencia y se acompañó en las procesiones con disciplinantes y flagelantes. Creándose, posteriormente, dos movimientos: el que promueven los Dominicos herederos de la obra de San Vicente Ferrer, devotos de la sangre de Cristo y limitados al reino de Valencia; y el otro promovido por los franciscanos unidos a la devoción de la Santa Cruz o Vera Cruz.

A mediados del siglo XV empiezan a aparecer estas cofradías dedicadas a la Vera Cruz: Sevilla, 1448; Valladolid, 1498.

En Hervás tenemos referencia de un censo de cofrades de 1562; durante los siguientes años aparece ya mencionada en varios libros. De los tres libros que se conservan en el archivo parroquial el primero data de 1631, comenzando con el libro de misas de esta hermandad, que son:

   * 33 misas al año: 30 rezadas y 3 cantadas, celebrándose:

   - 1º. La del día de la Cruz (3 de mayo), con sermón y procesión a lo alto del lugar (por casualidad recuperada hace dos años).

   - 2º. La de los señores beneficiados.

   - 3º. La del día del Santo Cristo.

   * 6 vigilias y 6 responsos cantados.

El estandarte de la hermandad era de damasco negro con borlas, flecos y cordones (desconocemos el emblema). Poseían capilla propia en la iglesia con altar, lámparas y frontales de damasco, dando culto en ella al Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Nuestra Señora de la Soledad y, también, seis imágenes de bulto antiguas (Santa Lucía, San Marcos y cuatro más que se enterraron en 1682 -suponemos que se encontraban en mal estado de conservación-). En la sacristía se guardaba un Ecce Homo de pasta.

Imagen Revista Ferias y Fiestas 2009

Los ingresos de la cofradía se obtenían de: 

1.- Donaciones de los cofrades.

2.- Por llevar el estandarte o pendón en la procesión.

3.- Limosnas por llevar las Santas imágenes.

4.- Limosnas de Jueves Santo y todo el año.

5.- Por la venta de lino.

Como era una cofradía penitencial, se elegían 12 hermanos para flagelarse la noche de Jueves Santo, que eran posteriormente curados por los barberos o cirujanos del lugar; tenían como costumbre, una vez terminada la procesión, repartir en la iglesia raciones de pan, queso y vino. También proporcionaban durante todo el año la leña del Hospital de la calle del Vado.

En las últimas décadas del siglo XVI es cuando la cofradía pasó por sus mejores momentos: en 1696 se paga la hechura del Santísimo Cristo atado a la columna, que alcanzó en poco tiempo gran devoción. El mismo año se compra la imagen de Jesús Nazareno con la cruz a cuesta, con túnica de tafetán morado.

A principios del siglo XVIII se entregaron 200 reales para hechura del Santísimo Cristo del Descendimiento, terminándose en 1704, dorándose la urna en 1708.

Imagen Revista Ferias y Fiestas 2009

El tercer libro existente de la Vera Cruz termina en 1774, apareciendo citada la Cofradía en el libro de fábrica parroquial hasta 1835. Por esta época y debido a las numerosas posesiones que tenía la cofradía (casas y fincas) sufrió la desamortización de Mendizabal, llegando a desaparecer. Su capilla pasó a llamarse del Santísimo Cristo de la Victoria (posiblemente adquirido por la cofradía en el siglo XVIII).

Las imágenes que nos dejaron son las siguientes:

   * Santísimo Cristo de la Vera Cruz (hoy en el altar mayor de Santa María).

   * Santísimo Cristo atado a la columna (1696, restaurado este año de 2009).

   * Jesús Nazareno con la cruz a cuesta (1696, hoy Primera Caída).

   * Nuestra Señora de la Soledad (siglo XVI-XVII, hoy Dolorosa y Soledad).

   * Santísimo Cristo del Descendimiento (1704) y urna (1708), hoy Santo Entierro.

El testigo de la Semana Santa, tras la desamortización lo cogió la Escuela de María de Hervás, creada el 3 de diciembre de 1830, hoy congregación de Nuestra Señora de los Dolores. Sus cultos eran: 

   - 2 de febrero: Las Candelas.

   - 16 de julio: Virgen del Carmen.

   - 18 de diciembre: Virgen de la Esperanza.

   - Viernes Santo: Sermón de la Soledad y procesión

   - Novena de los Dolores

En el año 1864 se manda retocar la imagen de la Soledad, apareciendo desde entonces con el nombre de Dolorosa y Soledad.

En 1924 procesiona por primera vez la nueva imagen de la Soledad, donándose la antigua, en 1942, a un sacerdote de la localidad de Solana de Béjar (Ávila). Esta antigua imagen fue encontrada el 3 de mayo de 1989 por un grupo de cofrades.

La cofradía del Santo Entierro (1947) y la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno (1953) merecen una mención aparte.

Con motivo del 20 aniversario de la recuperación de la imagen, y tras una gran restauración, ésta será bendecida el próximo mes de octubre con el nombre de María Santísima de la Esperanza, pues, tras el baile de nombres y descubrir que tenía misa el 18 de diciembre -día de esta advocación de María- no podíamos encontrar un nombre mejor para estos tiempos que corren.

Aprovechando estas líneas que se me brindan, les invito a participar de todos los actos que con tal motivo se celebren.

                                             Sebastián Neila Sánchez

                                             Presidente de la Cofradía. 

Cartel de Semana Santa, 2010
Imagen de la recuperada Virgen de la Esperanza

Este interesante artículo nos lleva a los orígenes de las cofradías penitenciales de Hervás y nos cuenta la adquisición por ellas de algunos de los pasos que, actualmente, procesionan en la Semana Santa hervasense. 

En 2003, con motivo del 50 aniversario de la actual Cofradía de Semana Santa de Hervás, se emitió un documento que es reproducido por Antonio Calzado Arias en su libro "De pasión y saeta. Semana Santa de Hervás" (2016). En este documento se narra la historia reciente de la cofradía penitencial de Hervás: 

La Cofradía de Semana Santa de Hervás se funda en abril de 1953. Anteriormente a esta fecha se realizaban procesiones de la Pasión y Muerte de Jesucristo, pero, tras la reforma promulgada por el Papa Pío XII, las normas establecidas sufren un profundo cambio.

En Hervás existían dos cofradías: la de Jesús Nazareno y la de El Santo Entierro. De esta última no se conservan documentos ni actas sobre sus méritos. Esta cofradía vestía hábitos de color negro y portaba el Santo Sepulcro sobre una carroza con ruedas para transportarlo con mayor facilidad. Por su parte, la cofradía de Jesús Nazareno vestía de color morado y realizó nuevas andas para sus imágenes. Logró, entre otras cosas, la creación de una Junta que reglamentara los asuntos de la Hermandad. Ambas cofradías portaban farolillos apoyados sobre un pie que daban mayor esplendor y grandeza al desfile procesional. 

Estas hermandades se unieron en una sola en 1993, con una única directiva, consiguiendo mayor número de gente y medios para la realización de las procesiones. 

Actualmente los trece pasos que configuran los desfiles procesionales presentan un gran valor artístico e histórico. Casi todas las imágenes datan de los siglos XVIII y XIX, destacando el Santo Sepulcro, Jesús Nazareno y el Cristo del Perdón. Este último data del siglo XVII, obra de Francisco de Tudanca, discípulo del maestro Gregorio Fernández de Valladolid.

Desde 1993 hasta hoy, la directiva de esta cofradía ha logrado entre otros aspectos: la constitución de unos estatutos, la restauración de los pasos, la fabricación de nuevas andas y, sobre todo, el reconocimiento de las gentes que acuden a nuestro pueblo para ver las procesiones. 

Es preciso mencionar la relación fraternal que, desde 1992, esta cofradía mantiene con la cofradía del Santo Entierro de Valladolid, agradeciendo la presencia de algunos de sus cofrades en nuestras procesiones y viceversa.

Al conmemorar el 50 Aniversario de Nuestra Semana Santa queremos agradecer los esfuerzos y desvelos de aquellos hermanos cofrades de entonces y a todos los que han continuado esta hermosa labor y pedir a Cristo Jesús y su Madre la Virgen María que ayude y bendiga a la Cofradía de Semana Santa de Hervás en la consecución de nuevos objetivos que engrandezcan nuestra hermandad.

En la actualidad las procesiones que componen el ciclo de la Semana Santa de Hervás, con la indicación de las imágenes que procesionan y sus características, son las siguientes (se utilizará el texto e imágenes que aparecen en la web de la Cofradía de Semana Santa de Hervás):

* Viernes de Dolores: Procesión del Stmo. Cristo del Perdón y María Santísima.

   - Stmo. Cristo del Perdón:

     Imagen del siglo XVII - Autor: Francisco Díez y Tudanca

  Última imagen incorporada al ciclo procesional de la Semana Santa hervasense: procesiona desde el año 2000. 

     Representa a Jesús en el momento de pedir perdón a Dios Padre. Se trata de un Cristo con gran devoción al que se le atribuyen distintos milagros y protagoniza varias leyendas.

     Restaurado en los años 2000 y 2005. Cíngulo del año 2000. Andas de madera de pino del año 2006. Hermanos de carga: 12.


   - Nuestra Señora de los Dolores - Virgen de la Esperanza

     Imagen del siglo XVIII (1755) y autor anónimo.

     Desaparecida en torno a 1941, fue reencontrada en 1989.

    Tiene brazos articulados y, en la cara, siete lágrimas: una por cada dolor.

     Fue restaurada en 2001; la corona es de 2003 y las andas, en madera plateada, y los candelabros de 2004. Hermanos de carga: 10.


   * Domingo de Ramos: Procesión de los Ramos. Entrada de Jesús en Jerusalén.

     Procesión sin paso procesional; la escenificación es realizada por personas.


   * Miércoles Santo: Procesión del Silencio.

   - Nuestro Padre Jesús Nazareno

     Imagen del siglo XIX y autor anónimo (supuestamente de estilo valenciano). Es la imagen titular de la Cofradía, fundada en su nombre en 1953.

     Durante la procesión, realiza un encuentro con la Virgen de la Soledad, recorriendo a continuación, ambas imágenes, el Barrio Judío.

     Andas de madera de haya y cruz realizadas en 1987. Túnica de terciopelo bordada en 1992. Restaurada en 2001. Hermanos de carga: 8.


   - Nuestra Señora de los Dolores y Soledad

     Imagen de finales del siglo XIX y autor anónimo.

     Tiene congregación propia y, en su honor, se celebra un septenario que finaliza el Viernes Santo -día en que cierra la procesión-.

     Andas de madera de haya realizadas en 1984; candelabros de 1985. Manto de terciopelo negro pintado al óleo (de más de 80 años). Hermanos de carga: 8.


Jueves Santo: Procesión de los Dolores.

   - Oración en el huerto.

     Paso formado por dos imágenes -Jesucristo y Ángel- de mediados del siglo XIX y autor anónimo.

     Imagen realizada en Olot, es el único paso de la Semana Santa hervasense que no es de madera.

     Restaurado en 1998; andas de madera de pino, faroles y potencias realizados en 2004. Hermanos de carga: 16 (que llevan turbantes hebreos en lugar de capuchón).


   - Jesús amarrado a la columna

     Figura del siglo XVII y autor desconocido.

     Andas realizadas en 1987 en madera de haya. Cíngulo de 1984. Potencias de 2002. Hermanos de carga: 12


- Jesús en la Primera Caída.

     Obra del siglo XVII (1696) y autor desconocido.

   En la procesión realiza un encuentro con la imagen de la Santa Mujer Verónica en la que ésta le limpia el rostro con un pañuelo que es, después, mostrado al público asistente.

     Restaurada en 2001. Andas en madera de haya realizadas en 1987. Túnica de terciopelo bordado en 1992. Potencias del año 2002. Hermanos de carga: 8.

   - San Juan.

     Obra del siglo XIX y autor anónimo (aunque se sabe que es el mismo que la Verónica).

     Imagen "de vestir"; la noche de Jueves Santo porta un cáliz y esponja, la de Viernes Santo porta una corona de espinas.

     Restaurada en 2001, en que se construyeron, también, la túnica y el mantolín. Andas en madera de pino. Hermanos de carga: 8.

- Santa Mujer Verónica y María Magdalena

     Imagen del siglo XIX y autor anónimo.

     Procesiona el Jueves Santo como Santa Mujer Verónica y el Viernes Santo como María Magdalena.

     Restaurada en 2001. Andas en madera de pino. Túnica y manto de 2003. Cáliz de 2005. Hermanos de carga: 8.

- María Santísima de la Esperanza.

     Imagen del siglo XVIII (1755) de autor desconocido.

     Es la misma imagen que procesiona el Viernes de Dolores.


(También procesiona el Jueves Santo la imagen de Jesús Nazareno que ya procesionó el Miércoles Santo).

   Viernes Santo: Procesión del Santo Entierro.

     - Santísimo Cristo de la Vera Cruz.

     Imagen de finales del siglo XVI (1595) de autor anónimo.

   Situada hasta hace unos años en el retablo central de la iglesia, ha sido rescatado para su función procesional.

    Talla de madera policromada que muestra a Jesús fallecido, con cuerpo sangrante y tensado en la cruz; cabeza ladeada, ojos cerrados y boca arqueada en gesto de dolor.

     Andas de madera.

     - Cruz desnuda.

     Realizada en 1984 por Hermanos Cofrades.

    Es el paso más moderno de los que procesionan y sustituye a otra anterior de escaso valor.

     Andas en madera de haya de 1984. Sudario con encajes de bolillo. Hermanos de carga: 16.

   - Santo Sepulcro.

     Obra de los siglos XVII-XVIII de autor anónimo.

     La imagen del Cristo situado en el interior de la urna es articulada, posiblemente para realizar el acto del descendimiento de la cruz. 

     Urna restaurada en 1986. Sábana y almohada bordadas en lino. Hermanos de carga: 12.

(La procesión se completa con las imágenes de San Juan, Mª. Magdalena y la Virgen de la Soledad).

Domingo de Resurrección: Procesión del Encuentro.

   - Cristo de la Victoria.

     Imagen del siglo XVIII y de autor anónimo.

    Es la imagen de Cristo resucitado y victorioso. Sostiene una cruz y pisa un cráneo (la muerte) y una serpiente con manzana en la boca (el pecado). 

   Protagoniza el encuentro con la Madre del Amor Hermoso escenificado en la plazuela de San Antón.

   Restaurado en 1994. Andas realizadas en madera de pino. Hermanos de carga: 8.

   - Virgen del Amor Hermoso.

     Imagen del siglo XVIII de autor desconocido.

     Posee congragación propia.

     Imagen de la Virgen con los brazos abiertos y dulce rostro. El Domingo de Resurrección desfila vestida de negro y velada hasta el encuentro con el Cristo resucitado en que viste con colores luminosos.

     Andas de madera de pino. Hermanos de carga: 8.


Imágenes antiguas de procesiones de Hervás (procedentes de facebook varios de Hervás y bibliografía citada):








Imágenes actuales:




Recreación procesional elaborada con personajes de Playmobil
y realizada por Abel Díaz Morido

BIBLIOGRAFÍA y TEXTOS:
- Neila Sánchez, S. (2009): "La Cofradía de Semana Santa conmemorará en octubre la restauración de María Santísima de la Esperanza". Revista de Ferias y Fiestas, Hervás.
- Calzado Arias, A. (2016): De pasión y saeta. Semana Santa de Hervás. Ediciones del Ambroz.
- Página web y Facebook de la Cofradía de Semana Santa de Hervás.

(Agradecimientos a Sebastián Neila por su interés en mantener las costumbres procesionales de Hervás y el engalanamiento de sus imágenes procesionales).

DERECHOS: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS II no ha sido nunca publicado tal como aparece compuesto en esta entrada del blog. Los textos e imágenes de la entrada se corresponden con textos e imágenes de la bibliografía expuesta. La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, a los autores de la citada bibliografía y, en su composición final, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo -pedroemilio100@hotmail.com-).

La reproducción total o parcial de este texto en una publicación o cartel deberá hacer constar con claridad su autoría, así como la referencia de la publicación en que hubiera sido previamente difundida por su autor. Su uso comercial y/o público queda supeditado a la expresa autorización del autor.


domingo, 17 de marzo de 2024

LA IMAGINERÍA RELIGIOSA DE PÉREZ COMENDADOR: CARATERÍSTICAS FORMALES

LA IMAGINERÍA RELIGIOSA DE PÉREZ COMENDADOR: CARATERÍSTICAS FORMALES (DESDE LA ÓPTICA DE BÁRBARA BEJARANO)

Copyright©2024 Pedro Emilio López Calvelo 

Cuando se revisa la bibliografía (libros, artículos...) sobre un tema -en nuestro caso, sobre Hervás-, siempre es posible encontrar algún trabajo interesante que el rápido paso del tiempo hace que quede "semiolvidado"; rescatar estos trabajos es, también, una de las finalidades que nos propusimos cuando creamos este blog (recordemos que la palabra TRASUNTO -del latín transumtus- significa, según la RAE, "copia escrita de un original" o "imitación exacta, imagen o representación de algo").

Uno de estos trabajos nos lo ofrece la artista Bárbara Bejarano Neila, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, quien, en 2012, publicó el libro "Enrique Pérez Comendador. 1900-1981. Escultor imaginero: Los pasos procesionales" (Institución Cultural El Brocense de la Diputación Provincia de Cáceres) y, ese mismo año 2012, realizó una colaboración en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás que tituló: "Características formales de la imaginería de Pérez Comendador", sin duda una especie de recensión o breve reflexión -para adaptarla al formato de revista- del libro anterior.

Bárbara Bejarano en la presentación de su libro sobre E. Pérez Comendador (2012)
-Imagen de la web de la Diputación Provincial de Cáceres-

En tiempos próximos a la celebración de la Semana Santa, con sus procesiones y actos litúrgicos, hemos querido, en esta entrada, trasuntar el citado artículo de Bárbara Bejarano en la Revista de Ferias y Fiestas de 2012 -páginas 56 a 61- que completaremos con una aportación sobre una de sus obras procesionales: El Santo Entierro (es un paso procesional de la Semana Santa santanderina), escultura que, en una versión reducida, podemos observar hoy en el cementerio de Hervás, concretamente en la tumba del propio Enrique Pérez Comendador.

Como ya hemos hecho otras entradas dedicadas a Enrique Pérez Comendador, y para no repetirnos, en esta entrada no haremos una biografía del escultor hervasense (consúltese: Mayo 1918: El Ayuntamiento de Hervás premia a un joven E. Pérez Comendador -2018-, La escultura monumental de Pérez Comendador en Cáceres -2020- y Actos de homenaje en Hervás al escultor E. Pérez Comendador -2021-y nos iremos directamente a transuntar la aportación de Bárbara Bejarano sobre su obra.

Rev. Ferias y Fiestas, 2012

CARACTERÍSTICAS FORMALES DE LA IMAGINERÍA DE PÉREZ COMENDADOR               Bárbara Bejarano Neila

Como escultor academicista la principal preocupación que refleja Pérez Comendador en su obra es siempre la misma, la búsqueda del concepto a través de un arte realista, basado en el naturaleza y en la vida. Así el procedimiento y las formas derivan de una armoniosa composición obtenida mediante el dibujo, herramienta que, como profesor de dicha materia, siempre consideró indispensable y necesaria para entender y representar el equilibrio entre las partes:

Esta disciplina, esta práctica, este entrenamiento han sido, sin duda alguna, la base misma de muchos de mis triunfos.

Enrique Pérez Comendador tiene en su producción, tanto sacra como profana, una estética que se caracteriza por la insinuación y el erotismo. Una de sus señas de identidad, que muestra sin ningún tapujo y que procede de su gran admiración por el cuerpo humano.

Uno de los aprendizajes más importantes en la carrera artística de Comendador tuvo lugar durante su pensionado en la ciudad de Roma. Allí descubrió las formas voluptuosas y rotundas propias del arte mediterráneo, que muy probablemente influenciaron el despertar de su obras. De esta forma a su regreso a España proyectó en parte de su trabajo una impronta muy similar, aunque mucho menos espontánea que la asimilada allí debido a la situación política del momento.

El nuevo camino que toma Comendador durante este periodo, en lo que se refiere a la representación de la figura humana, comienza con uno de sus desnudos más destacados La Muchacha del Cántaro (1937). A partir de este momento, muestra connotaciones sexuales en un extenso número de obras, eso sí, siempre adaptándolas a la época en que vivió.

Este hecho fue uno de los aspectos más arriesgados, personales e interesantes, debido a que une en su producción sacra la funcionalidad y veneración con la sensualidad. Características que no parecen estar reñidas para este escultor de fuerte convicciones religiosas, dotando de mayor expresividad un género que la da la misma fama de renovador que a imagineros de siglos pasados.

Diversos autores coinciden en que la expresión que mejor describe las particularidades de su obra es el gusto por la exaltación de la figura humana. De esta forma, podemos señalar que E. Pérez Comendador fue un escultor al que le gustaba insinuar y, por qué no, provocar con los volúmenes de las imágenes que realiza la mirada del espectador. Mergelina y Hernández Díaz destacan este aspecto de su obra, que se inspira siempre en los cánones clásicos de belleza apolínea, ideal también enraizado con las Venus praxitelianas, en las esculturas etruscas y egipcias.

Podemos apreciar esa insinuación en varias de sus obras sacras y en particular en los personajes que componen uno de sus más afamados pasos, El Santo Entierro (1951), en el que hace patente la utilización de sugerentes volúmenes en torsos y glúteos.

Pérez Comendador, encariñado con la forma humana, al cubrirla no oculta, sino que la señala y acusa con un especial sentido de su valor, y así, bajo las telas gruesas y blandas, palpita la línea, como pudiera palpitar viva y franca en un desnudo.

El desnudo masculino y femenino fue piedra de toque en toda su producción; pero buscando siempre un arquetipo, es decir, la representación de la belleza ideal en un desnudo varonil o de mujer


Sensualidad en la figura de Mª Magdalena (El Santo Entierro)
RFF - 2012

Esta serie de imágenes sacras dotadas de voluptuosidad, tanto en la figura femenina como masculina, cobran también gran importancia en su composición. Comendador, dependiendo del número de personajes que configuran la obra, los coloca en diferentes posturas, resaltando lo que verdaderamente quiere destacar de la figura humana, consiguiendo así un mayor atrevimiento en el diálogo entre personajes.

El gusto por la expresión erótica, su utilización y caracterización, podemos verlo reflejado en uno de sus escritos, en el que contesta al tema expuesto por Hidalgo de Caviedes en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, sobre cuestiones entre la sensualidad y el erotismo. Comendador, en sus palabras, insiste en respaldar y defender la insinuación del cuerpo humano de forma sexual como uno de los modos de expresión más antiguos de la historia del arte, pero no la sensualidad y el erotismo mal entendidos.

La cultura dignifica el erotismo. Esto es fundamentalmente lo que separa el arte erótico de la "bazofia" porno que nos inunda y atufa.

Todas estas ideas son empleadas por Comendador para representar un arte enérgico, en el que ve necesario explorar más profundamente al hombre y sus distintas expresiones.

¿Acaso procede, por razones morales, ejercer una censura severa, no matizada, que hubiera dado al traste con obras de arte prodigiosas, restando así a la cultura creaciones importantes?... El arte, sí queremos que sea vivo, hay que hundir a veces la raíz en esa zona oscura y compleja del sexo, de lo contrario corre el riesgo de convertirse en un proyecto ideal pero no falso.

Museo Pérez Comendador-Leroux
Dualidad religiosidad-erotismo en la obra de P. Comendador

Al analizar este discurso, sorprende leer que Comendador aprueba el acierto con el que varios artistas vanguardistas de la talla de Francis Bacon, Dalí, Picasso o Rouault tratan en su obra el tema del erotismo en los desnudos. Observamos como Comendador, para argumentar sus ideales, convierte a estos autores en dignos ejemplos de trabajo, curiosamente después de haberlos sometido a duras críticas sobre su labor y personalidad años atrás.

Rouault pinta rameras y lupanares antes de convertirse en el más profundo y hermoso de los pintores religiosos del siglo XX. Hace unos años visité la Galería Louse Lerí, en París, donde Picasso mostraba en espléndidos dibujos una gama amplia de imágenes eróticas... En Dalí el tema es familiar y en la nueva figuración el pensamiento y la imagen erótica son casi las únicas constantes... Espléndidas obras de arte cuya eficacia erótica queda neutralizada por la alta calidad de la creación.

La perplejidad que producen sus palabras nos lleva a reflexionar e interpretar el transcurso de su larga carrera, para comprender sus diferentes opiniones sobre el arte que le rodea. Una interpretación personal y subjetiva en la que sólo E. Pérez Comendador podría darnos una explicación coherente del porqué de estos cambios y motivos en su pensamiento sobre la materia. Para ello habría que ponerse en la piel del artista, en el momento en el que vive y sus circunstancias, e intentar acercarnos a adivinar porqué un artista con tantas cualidades plásticas, que fue capaz de realizar en sus primeros años de aprendizaje una obra tan espontánea y fresca, lo abandona a su regreso a España anclándose en el más riguroso academicismo de la época.

Claro está que la situación político-social de España fueron motivos que le hacen elegir un camino en vez de otro, un camino en el que se encasilla en pensamiento y forma. Así como nos muestra este último escrito, y hasta que no llega a su madurez artística y personal, Comendador no se verá con la libertad de observar y analizar con otros ojos todo aquello que tanto detestó en el arte de vanguardia.


¿Deberíamos atribuir a esos dibujos atrevidos y vigorosos cargados de fuerza sexual que veía en las más famosas salas parisinas la provocación de una rebeldía interior que tanto necesitaba expresar?

Sin duda, serán sus obras las que representen fielmente su personalidad y muestren su verdadera evolución. Al contemplarlas creo poder afirmar que ese acercamiento a la insinuación de la figura humana y el erotismo se convierte para sus ojos y sus manos en una puerta abierta que estimula su creación hacia una obra más moderna, hacia una nueva forma de trabajo que le permite mantenerse en el éxito y hacia una propia necesidad para reavivar ese arte puro y personal que abandonó años atrás. Imágenes tan conocidas como el paso El Santo Entierro, describen esa preocupación e interés por caracterizar a unos personajes bíblicos con posturas y formas sensuales y sugerentes, que parten del dibujo y el uso del modelo.

Hasta aquí el artículo de Bárbara Bejarano en la Revista de Ferias y Fiestas de 2012; una aportación, sin duda, interesante que nos hace ver una imagen quizá poco conocida de Pérez Comendador y nos acerca, de una forma muy acertada, a la evolución de su forma de entender y expresar la obra de arte tan magníficamente representada en el Museo Pérez Comendador-Leroux cuya visita (o revisita con calma y tiempo) siempre es aconsejable.

Bárbara Bejarano escribió, como dijimos, un libro sobre los pasos procesionales esculpidos por Pérez Comendador en distintos lugares de España, muchos de los cuales procesionarán durante estos días de Semana Santa. El libro, titulado Enrique Pérez Comendador. 1900-1981. Escultor imaginero: los pasos procesionales, lo editó la Diputación Provincial de Cáceres en 2012 y puede descargarse pulsando en la imagen inferior (pulsar en Leer Libro: Formato Flip Book y descargar).

En la misma línea de investigación sobre la obra de Pérez Comendador (suponemos que una forma de resumen del libro anterior), Bárbara Bejarano publicó un artículo en la Revista de Estudios Extremeños (2013 - Tomo LXIX, Número III) que puede descargarse pinchando en la siguiente imagen: 


EL GRUPO PROCESIONAL DE EL SANTO ENTIERRO Y SU VERSIÓN EN EL CEMENTERIO DE HERVÁS

Como hemos indicado, Bárbara Bejarano -en su libro- hace un análisis pormenorizado de cada uno de los pasos procesionales esculpidos por Pérez Comendador, incluido el grupo del El Santo Entierro (pags. 155-164), análisis excesivamente prolijo y extenso para incluirlo en nuestra entrada; por ello reproduciremos (trasuntaremos de nuevo) un análisis bastante más reducido aparecido en el blog Melodías para Semana Santa, cuyo autor es Isidro R. Ayestarán, de Santander, ciudad que encargó y en la que procesiona este paso.

El Santo Entierro procesionando por las calles de Santander

"Este grupo monumental es otra de las grandes obras maestras de nuestra Semana Santa. Fue realizada para la Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro del Señor y San Fernando Rey por Enrique Pérez Comendador entre 1948 y 1951 policromándola, de manera absolutamente magistral, su propia esposa, Magdalena Leroux.

Fue otra de las grandes obras que se rescataron del Museo Diocesano de Santillana del Mar para retornar a las procesiones que la vieron nacer.

En el boletín de la Cofradía del Descubrimiento, "Nazareno", daban cumplida cuenta en un reportaje de todo cuanto aconteció sobre el origen y desarrollo de esta gran obra de imaginería sacra: 

"En los últimos días del verano de 1947, Santiago Basoa Barañano, Hermano Mayor, hará ver a Joaquín Reguera Sevilla, el Hermano de Honor de la cofradía, la necesidad de dotar a ésta de un Paso. D. Joaquín, emprendedor y decidido, consigue la ayuda del catedrático D. Ciriaco Pérez Bustamante y el crítico de arte D. Enrique Lafuente Ferrari, los cuales, junto con D. Valentín Pacheco, asesor religioso de la hermandad, visitan al profesor de la Escuela de San Fernando, Enrique Pérez Comendador.

La proposición de esculpir el Paso es aceptada inmediatamente y, a partir de entonces, se documenta, informa y, para ello, decide viajar a Oriente. En aquel viaje, Pérez Comendador toma nota sobre ´cómo los cuerpos envueltos por túnicas y mantos y con cuerpos en cada movimiento, en la marcha o en el regreso. Comprendí la mecánica de aquel plegado que en Occidente no podemos observar y, por tanto, interpretar y esculpir de modo rítmico y orgánico´.

Al volver del viaje presenta a la hermandad varios bocetos escogiéndose el definitivo. La obra duró tres años.

En un principio, se propone esculpir en madera de cedro, que es ´incorruptible y ligero´, pero no se encuentra y recurre al pino del norte sueco, ya que el pino castellano es notablemente más pesado y menos limpio. Hay una excepción en el grupo escultórico. La figura de José de Arimatea se talla en una vieja viga, curada de noventa años y que le facilita un buen amigo y que procede de una casa solariega en el Alto Aragón.

En la talla intervienen los mejores materiales del momento. Dos mil panes de oro de Florencia, colas y bol de París, marfil y carey de Egipto... Otros materiales procedían de Holanda e Italia. 

Las imágenes se sitúan alrededor de la figura de Cristo, en el momento en que va a ser depositado de la tumba.
La imagen de Nicodemo, que sostiene a Cristo por debajo de los hombros, fue tallada teniendo como modelo ´un bondadoso anciano´ que había posado años antes para un San José y un Francisco Pizarro. 
La Virgen María, situada tras ellos sobre una pequeña roca, fue tallada a partir de bocetos realizados por su esposa y una amiga.
María Cleofás y José de Arimatea, personajes distinguidos de la época, romanizados, son modelos obtenidos del propio escultor y de su esposa, estando situados a la derecha de la escena.
Para San Juan se sirve de un joven discípulo ´soñador y abnegado´, y para María Magdalena, figura bellísima, no toma modelo concreto, sino el obtenido de varias jóvenes amigas.

Para dar mayor intensidad y riqueza a los ojos, emplea un procedimiento antiquísimo, como es la incrustación de marfil y carey con un fondo de oro.
La policromía corrió a cargo de la esposa del escultor, y el conjunto artístico ha sido calificado como de los más admirables de la imaginería del siglo XX.

La iglesia de la Anunciación de Santander fue reconstruida en su ala izquierda para alojar el Paso, de ahí la pequeña capilla y la gran puerta lateral para su entrada y salida.

La tarde del sábado 17 de marzo de 1951 tuvo lugar la ceremonia y bendición del Paso por el Obispo de Santander, D. José Eguino y Trecu, con asistencia de todas las autoridades provinciales y locales y numerosos críticos, corriendo la predicación a cargo del Abad Mitrado de Cóbreces.


Noticias de prensa de 1951 en la que se indica
la ´inauguración´ del paso de Pérez Comendador

Durante veintitrés años lució como ninguno por las calles de Santander, transportando ese sentimiento de dolor al pueblo. Un día aciago de 1970, sin conocimiento de la Hermandad del Santo Entierro, el Paso fue desalojado de la iglesia de la Anunciación y llevado al Museo de Santillana del Mar".

Según aparece reflejado en crónicas santanderinas el paso de El Santo Entierro estuvo depositado desde 1970 hasta 1994 en el Museo Diocesano de Arte Sacro de Santillana del Mar. A partir de 1994 fue "rescatado" para su función procesional, donde desfila la noche del Viernes Santo de Santander en la procesión del Santo Entierro organizada por la Junta General de Cofradías Penitenciales.

El estudio compositivo de El Santo Entierro es muy elaborado, convergiendo todas las líneas, ritmos y actitudes en el centro, el Cristo o elevándose a la Virgen Madre. Pérez Comendador ganó merecida fama como uno de los grandes escultores estatuarios del siglo XX.

Pues bien, como indicábamos y es conocido, "existe una versión de esta obra fechada en 1983, muerto ya el artista, que puede tratarse de parte del boceto original para realizar el paso procesional de El Santo Entierro y que fue reproducido por su buen amigo y alumno Eduardo Capa, responsable de la fundición de la mayoría de sus piezas. La finalidad de esta pieza fundida en bronce de tamaño inferior (1,30 x 1,34 x 1,12 m.) era conmemorar la tumba de Enrique Pérez Comendador y Magdalena Leroux, que se encuentra en el cementerio municipal de Hervás (Cáceres). Seguramente, este trabajo fue encargado por la propia Magdalena Leroux.

La composición de la escultura varía de la original, en la que únicamente aparecen la figura de San Juan, Jesús, su autorretrato en la figura de José de Arimatea y María Cleofás como su esposa Magdalena Leroux. Estas dos últimas imágenes están giradas en distintos ángulos respecto a la imagen del paso, permaneciendo únicamente en la misma postura San Juan y Jesús, como imagen central de la composición". (B. Bejarano: Enrique Pérez Comendador. 1900-1981. Escultor imaginero: los pasos procesionales; pags. 163-164).






La tumba Pérez Comendador-Leroux en el cementerio de Hervás.
Versión "reducida" del paso procesional El Santo Entierro.

AGRADECIMIENTOS a BÁRBARA BEJARANO NEILA y a ISIDRO R. AYESTARÁN por autorizar la publicación de textos de sus escritos.

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