domingo, 17 de marzo de 2024

LA IMAGINERÍA RELIGIOSA DE PÉREZ COMENDADOR: CARATERÍSTICAS FORMALES

LA IMAGINERÍA RELIGIOSA DE PÉREZ COMENDADOR: CARATERÍSTICAS FORMALES (DESDE LA ÓPTICA DE BÁRBARA BEJARANO)

Copyright©2024 Pedro Emilio López Calvelo 

Cuando se revisa la bibliografía (libros, artículos...) sobre un tema -en nuestro caso, sobre Hervás-, siempre es posible encontrar algún trabajo interesante que el rápido paso del tiempo hace que quede "semiolvidado"; rescatar estos trabajos es, también, una de las finalidades que nos propusimos cuando creamos este blog (recordemos que la palabra TRASUNTO -del latín transumtus- significa, según la RAE, "copia escrita de un original" o "imitación exacta, imagen o representación de algo").

Uno de estos trabajos nos lo ofrece la artista Bárbara Bejarano Neila, licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Salamanca, quien, en 2012, publicó el libro "Enrique Pérez Comendador. 1900-1981. Escultor imaginero: Los pasos procesionales" (Institución Cultural El Brocense de la Diputación Provincia de Cáceres) y, ese mismo año 2012, realizó una colaboración en la Revista de Ferias y Fiestas de Hervás que tituló: "Características formales de la imaginería de Pérez Comendador", sin duda una especie de recensión o breve reflexión -para adaptarla al formato de revista- del libro anterior.

Bárbara Bejarano en la presentación de su libro sobre E. Pérez Comendador (2012)
-Imagen de la web de la Diputación Provincial de Cáceres-

En tiempos próximos a la celebración de la Semana Santa, con sus procesiones y actos litúrgicos, hemos querido, en esta entrada, trasuntar el citado artículo de Bárbara Bejarano en la Revista de Ferias y Fiestas de 2012 -páginas 56 a 61- que completaremos con una aportación sobre una de sus obras procesionales: El Santo Entierro (es un paso procesional de la Semana Santa santanderina), escultura que, en una versión reducida, podemos observar hoy en el cementerio de Hervás, concretamente en la tumba del propio Enrique Pérez Comendador.

Como ya hemos hecho otras entradas dedicadas a Enrique Pérez Comendador, y para no repetirnos, en esta entrada no haremos una biografía del escultor hervasense (consúltese: Mayo 1918: El Ayuntamiento de Hervás premia a un joven E. Pérez Comendador -2018-, La escultura monumental de Pérez Comendador en Cáceres -2020- y Actos de homenaje en Hervás al escultor E. Pérez Comendador -2021-y nos iremos directamente a transuntar la aportación de Bárbara Bejarano sobre su obra.

Rev. Ferias y Fiestas, 2012

CARACTERÍSTICAS FORMALES DE LA IMAGINERÍA DE PÉREZ COMENDADOR               Bárbara Bejarano Neila

Como escultor academicista la principal preocupación que refleja Pérez Comendador en su obra es siempre la misma, la búsqueda del concepto a través de un arte realista, basado en el naturaleza y en la vida. Así el procedimiento y las formas derivan de una armoniosa composición obtenida mediante el dibujo, herramienta que, como profesor de dicha materia, siempre consideró indispensable y necesaria para entender y representar el equilibrio entre las partes:

Esta disciplina, esta práctica, este entrenamiento han sido, sin duda alguna, la base misma de muchos de mis triunfos.

Enrique Pérez Comendador tiene en su producción, tanto sacra como profana, una estética que se caracteriza por la insinuación y el erotismo. Una de sus señas de identidad, que muestra sin ningún tapujo y que procede de su gran admiración por el cuerpo humano.

Uno de los aprendizajes más importantes en la carrera artística de Comendador tuvo lugar durante su pensionado en la ciudad de Roma. Allí descubrió las formas voluptuosas y rotundas propias del arte mediterráneo, que muy probablemente influenciaron el despertar de su obras. De esta forma a su regreso a España proyectó en parte de su trabajo una impronta muy similar, aunque mucho menos espontánea que la asimilada allí debido a la situación política del momento.

El nuevo camino que toma Comendador durante este periodo, en lo que se refiere a la representación de la figura humana, comienza con uno de sus desnudos más destacados La Muchacha del Cántaro (1937). A partir de este momento, muestra connotaciones sexuales en un extenso número de obras, eso sí, siempre adaptándolas a la época en que vivió.

Este hecho fue uno de los aspectos más arriesgados, personales e interesantes, debido a que une en su producción sacra la funcionalidad y veneración con la sensualidad. Características que no parecen estar reñidas para este escultor de fuerte convicciones religiosas, dotando de mayor expresividad un género que la da la misma fama de renovador que a imagineros de siglos pasados.

Diversos autores coinciden en que la expresión que mejor describe las particularidades de su obra es el gusto por la exaltación de la figura humana. De esta forma, podemos señalar que E. Pérez Comendador fue un escultor al que le gustaba insinuar y, por qué no, provocar con los volúmenes de las imágenes que realiza la mirada del espectador. Mergelina y Hernández Díaz destacan este aspecto de su obra, que se inspira siempre en los cánones clásicos de belleza apolínea, ideal también enraizado con las Venus praxitelianas, en las esculturas etruscas y egipcias.

Podemos apreciar esa insinuación en varias de sus obras sacras y en particular en los personajes que componen uno de sus más afamados pasos, El Santo Entierro (1951), en el que hace patente la utilización de sugerentes volúmenes en torsos y glúteos.

Pérez Comendador, encariñado con la forma humana, al cubrirla no oculta, sino que la señala y acusa con un especial sentido de su valor, y así, bajo las telas gruesas y blandas, palpita la línea, como pudiera palpitar viva y franca en un desnudo.

El desnudo masculino y femenino fue piedra de toque en toda su producción; pero buscando siempre un arquetipo, es decir, la representación de la belleza ideal en un desnudo varonil o de mujer


Sensualidad en la figura de Mª Magdalena (El Santo Entierro)
RFF - 2012

Esta serie de imágenes sacras dotadas de voluptuosidad, tanto en la figura femenina como masculina, cobran también gran importancia en su composición. Comendador, dependiendo del número de personajes que configuran la obra, los coloca en diferentes posturas, resaltando lo que verdaderamente quiere destacar de la figura humana, consiguiendo así un mayor atrevimiento en el diálogo entre personajes.

El gusto por la expresión erótica, su utilización y caracterización, podemos verlo reflejado en uno de sus escritos, en el que contesta al tema expuesto por Hidalgo de Caviedes en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, sobre cuestiones entre la sensualidad y el erotismo. Comendador, en sus palabras, insiste en respaldar y defender la insinuación del cuerpo humano de forma sexual como uno de los modos de expresión más antiguos de la historia del arte, pero no la sensualidad y el erotismo mal entendidos.

La cultura dignifica el erotismo. Esto es fundamentalmente lo que separa el arte erótico de la "bazofia" porno que nos inunda y atufa.

Todas estas ideas son empleadas por Comendador para representar un arte enérgico, en el que ve necesario explorar más profundamente al hombre y sus distintas expresiones.

¿Acaso procede, por razones morales, ejercer una censura severa, no matizada, que hubiera dado al traste con obras de arte prodigiosas, restando así a la cultura creaciones importantes?... El arte, sí queremos que sea vivo, hay que hundir a veces la raíz en esa zona oscura y compleja del sexo, de lo contrario corre el riesgo de convertirse en un proyecto ideal pero no falso.

Museo Pérez Comendador-Leroux
Dualidad religiosidad-erotismo en la obra de P. Comendador

Al analizar este discurso, sorprende leer que Comendador aprueba el acierto con el que varios artistas vanguardistas de la talla de Francis Bacon, Dalí, Picasso o Rouault tratan en su obra el tema del erotismo en los desnudos. Observamos como Comendador, para argumentar sus ideales, convierte a estos autores en dignos ejemplos de trabajo, curiosamente después de haberlos sometido a duras críticas sobre su labor y personalidad años atrás.

Rouault pinta rameras y lupanares antes de convertirse en el más profundo y hermoso de los pintores religiosos del siglo XX. Hace unos años visité la Galería Louse Lerí, en París, donde Picasso mostraba en espléndidos dibujos una gama amplia de imágenes eróticas... En Dalí el tema es familiar y en la nueva figuración el pensamiento y la imagen erótica son casi las únicas constantes... Espléndidas obras de arte cuya eficacia erótica queda neutralizada por la alta calidad de la creación.

La perplejidad que producen sus palabras nos lleva a reflexionar e interpretar el transcurso de su larga carrera, para comprender sus diferentes opiniones sobre el arte que le rodea. Una interpretación personal y subjetiva en la que sólo E. Pérez Comendador podría darnos una explicación coherente del porqué de estos cambios y motivos en su pensamiento sobre la materia. Para ello habría que ponerse en la piel del artista, en el momento en el que vive y sus circunstancias, e intentar acercarnos a adivinar porqué un artista con tantas cualidades plásticas, que fue capaz de realizar en sus primeros años de aprendizaje una obra tan espontánea y fresca, lo abandona a su regreso a España anclándose en el más riguroso academicismo de la época.

Claro está que la situación político-social de España fueron motivos que le hacen elegir un camino en vez de otro, un camino en el que se encasilla en pensamiento y forma. Así como nos muestra este último escrito, y hasta que no llega a su madurez artística y personal, Comendador no se verá con la libertad de observar y analizar con otros ojos todo aquello que tanto detestó en el arte de vanguardia.


¿Deberíamos atribuir a esos dibujos atrevidos y vigorosos cargados de fuerza sexual que veía en las más famosas salas parisinas la provocación de una rebeldía interior que tanto necesitaba expresar?

Sin duda, serán sus obras las que representen fielmente su personalidad y muestren su verdadera evolución. Al contemplarlas creo poder afirmar que ese acercamiento a la insinuación de la figura humana y el erotismo se convierte para sus ojos y sus manos en una puerta abierta que estimula su creación hacia una obra más moderna, hacia una nueva forma de trabajo que le permite mantenerse en el éxito y hacia una propia necesidad para reavivar ese arte puro y personal que abandonó años atrás. Imágenes tan conocidas como el paso El Santo Entierro, describen esa preocupación e interés por caracterizar a unos personajes bíblicos con posturas y formas sensuales y sugerentes, que parten del dibujo y el uso del modelo.

Hasta aquí el artículo de Bárbara Bejarano en la Revista de Ferias y Fiestas de 2012; una aportación, sin duda, interesante que nos hace ver una imagen quizá poco conocida de Pérez Comendador y nos acerca, de una forma muy acertada, a la evolución de su forma de entender y expresar la obra de arte tan magníficamente representada en el Museo Pérez Comendador-Leroux cuya visita (o revisita con calma y tiempo) siempre es aconsejable.

Bárbara Bejarano escribió, como dijimos, un libro sobre los pasos procesionales esculpidos por Pérez Comendador en distintos lugares de España, muchos de los cuales procesionarán durante estos días de Semana Santa. El libro, titulado Enrique Pérez Comendador. 1900-1981. Escultor imaginero: los pasos procesionales, lo editó la Diputación Provincial de Cáceres en 2012 y puede descargarse pulsando en la imagen inferior (pulsar en Leer Libro: Formato Flip Book y descargar).

En la misma línea de investigación sobre la obra de Pérez Comendador (suponemos que una forma de resumen del libro anterior), Bárbara Bejarano publicó un artículo en la Revista de Estudios Extremeños (2013 - Tomo LXIX, Número III) que puede descargarse pinchando en la siguiente imagen: 


EL GRUPO PROCESIONAL DE EL SANTO ENTIERRO Y SU VERSIÓN EN EL CEMENTERIO DE HERVÁS

Como hemos indicado, Bárbara Bejarano -en su libro- hace un análisis pormenorizado de cada uno de los pasos procesionales esculpidos por Pérez Comendador, incluido el grupo del El Santo Entierro (pags. 155-164), análisis excesivamente prolijo y extenso para incluirlo en nuestra entrada; por ello reproduciremos (trasuntaremos de nuevo) un análisis bastante más reducido aparecido en el blog Melodías para Semana Santa, cuyo autor es Isidro R. Ayestarán, de Santander, ciudad que encargó y en la que procesiona este paso.

El Santo Entierro procesionando por las calles de Santander

"Este grupo monumental es otra de las grandes obras maestras de nuestra Semana Santa. Fue realizada para la Real Hermandad y Cofradía de Nazarenos del Santo Entierro del Señor y San Fernando Rey por Enrique Pérez Comendador entre 1948 y 1951 policromándola, de manera absolutamente magistral, su propia esposa, Magdalena Leroux.

Fue otra de las grandes obras que se rescataron del Museo Diocesano de Santillana del Mar para retornar a las procesiones que la vieron nacer.

En el boletín de la Cofradía del Descubrimiento, "Nazareno", daban cumplida cuenta en un reportaje de todo cuanto aconteció sobre el origen y desarrollo de esta gran obra de imaginería sacra: 

"En los últimos días del verano de 1947, Santiago Basoa Barañano, Hermano Mayor, hará ver a Joaquín Reguera Sevilla, el Hermano de Honor de la cofradía, la necesidad de dotar a ésta de un Paso. D. Joaquín, emprendedor y decidido, consigue la ayuda del catedrático D. Ciriaco Pérez Bustamante y el crítico de arte D. Enrique Lafuente Ferrari, los cuales, junto con D. Valentín Pacheco, asesor religioso de la hermandad, visitan al profesor de la Escuela de San Fernando, Enrique Pérez Comendador.

La proposición de esculpir el Paso es aceptada inmediatamente y, a partir de entonces, se documenta, informa y, para ello, decide viajar a Oriente. En aquel viaje, Pérez Comendador toma nota sobre ´cómo los cuerpos envueltos por túnicas y mantos y con cuerpos en cada movimiento, en la marcha o en el regreso. Comprendí la mecánica de aquel plegado que en Occidente no podemos observar y, por tanto, interpretar y esculpir de modo rítmico y orgánico´.

Al volver del viaje presenta a la hermandad varios bocetos escogiéndose el definitivo. La obra duró tres años.

En un principio, se propone esculpir en madera de cedro, que es ´incorruptible y ligero´, pero no se encuentra y recurre al pino del norte sueco, ya que el pino castellano es notablemente más pesado y menos limpio. Hay una excepción en el grupo escultórico. La figura de José de Arimatea se talla en una vieja viga, curada de noventa años y que le facilita un buen amigo y que procede de una casa solariega en el Alto Aragón.

En la talla intervienen los mejores materiales del momento. Dos mil panes de oro de Florencia, colas y bol de París, marfil y carey de Egipto... Otros materiales procedían de Holanda e Italia. 

Las imágenes se sitúan alrededor de la figura de Cristo, en el momento en que va a ser depositado de la tumba.
La imagen de Nicodemo, que sostiene a Cristo por debajo de los hombros, fue tallada teniendo como modelo ´un bondadoso anciano´ que había posado años antes para un San José y un Francisco Pizarro. 
La Virgen María, situada tras ellos sobre una pequeña roca, fue tallada a partir de bocetos realizados por su esposa y una amiga.
María Cleofás y José de Arimatea, personajes distinguidos de la época, romanizados, son modelos obtenidos del propio escultor y de su esposa, estando situados a la derecha de la escena.
Para San Juan se sirve de un joven discípulo ´soñador y abnegado´, y para María Magdalena, figura bellísima, no toma modelo concreto, sino el obtenido de varias jóvenes amigas.

Para dar mayor intensidad y riqueza a los ojos, emplea un procedimiento antiquísimo, como es la incrustación de marfil y carey con un fondo de oro.
La policromía corrió a cargo de la esposa del escultor, y el conjunto artístico ha sido calificado como de los más admirables de la imaginería del siglo XX.

La iglesia de la Anunciación de Santander fue reconstruida en su ala izquierda para alojar el Paso, de ahí la pequeña capilla y la gran puerta lateral para su entrada y salida.

La tarde del sábado 17 de marzo de 1951 tuvo lugar la ceremonia y bendición del Paso por el Obispo de Santander, D. José Eguino y Trecu, con asistencia de todas las autoridades provinciales y locales y numerosos críticos, corriendo la predicación a cargo del Abad Mitrado de Cóbreces.


Noticias de prensa de 1951 en la que se indica
la ´inauguración´ del paso de Pérez Comendador

Durante veintitrés años lució como ninguno por las calles de Santander, transportando ese sentimiento de dolor al pueblo. Un día aciago de 1970, sin conocimiento de la Hermandad del Santo Entierro, el Paso fue desalojado de la iglesia de la Anunciación y llevado al Museo de Santillana del Mar".

Según aparece reflejado en crónicas santanderinas el paso de El Santo Entierro estuvo depositado desde 1970 hasta 1994 en el Museo Diocesano de Arte Sacro de Santillana del Mar. A partir de 1994 fue "rescatado" para su función procesional, donde desfila la noche del Viernes Santo de Santander en la procesión del Santo Entierro organizada por la Junta General de Cofradías Penitenciales.

El estudio compositivo de El Santo Entierro es muy elaborado, convergiendo todas las líneas, ritmos y actitudes en el centro, el Cristo o elevándose a la Virgen Madre. Pérez Comendador ganó merecida fama como uno de los grandes escultores estatuarios del siglo XX.

Pues bien, como indicábamos y es conocido, "existe una versión de esta obra fechada en 1983, muerto ya el artista, que puede tratarse de parte del boceto original para realizar el paso procesional de El Santo Entierro y que fue reproducido por su buen amigo y alumno Eduardo Capa, responsable de la fundición de la mayoría de sus piezas. La finalidad de esta pieza fundida en bronce de tamaño inferior (1,30 x 1,34 x 1,12 m.) era conmemorar la tumba de Enrique Pérez Comendador y Magdalena Leroux, que se encuentra en el cementerio municipal de Hervás (Cáceres). Seguramente, este trabajo fue encargado por la propia Magdalena Leroux.

La composición de la escultura varía de la original, en la que únicamente aparecen la figura de San Juan, Jesús, su autorretrato en la figura de José de Arimatea y María Cleofás como su esposa Magdalena Leroux. Estas dos últimas imágenes están giradas en distintos ángulos respecto a la imagen del paso, permaneciendo únicamente en la misma postura San Juan y Jesús, como imagen central de la composición". (B. Bejarano: Enrique Pérez Comendador. 1900-1981. Escultor imaginero: los pasos procesionales; pags. 163-164).






La tumba Pérez Comendador-Leroux en el cementerio de Hervás.
Versión "reducida" del paso procesional El Santo Entierro.

AGRADECIMIENTOS a BÁRBARA BEJARANO NEILA y a ISIDRO R. AYESTARÁN por autorizar la publicación de textos de sus escritos.

DERECHOS: El texto de esta entrada en el blog TRASUNTOS DE HERVÁS II no ha sido nunca publicado. La propiedad intelectual de dicho texto pertenece, por tanto, al autor del blog (Pedro Emilio López Calvelo -pedroemilio100@hotmail.com-).

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